
“Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Jehová no guardare la ciudad, vano vela la guardia” Salmos 127:1
El trabajo del hombre tiene su lugar, pero al final de cuentas es de poca trascendencia sin la obra y la bendición de Dios, en vano trabajan los que edifican. Ninguna construcción de casa es exitosa si deja a Dios fuera. Muchos son los hombres y mujeres que se han aventurado a construir solos sus casa, con gran cuidado y a un gran costo, solo para verlas caer a pedazos ¡Porque Dios fue olvidado! Si Jehová no guardare la ciudad: Los guardias tienen su función y deben permanecer en vela, pero el trabajo y la bendición de Dios son necesarios para realmente proteger la ciudad.
Aunque Dios acepta e incluso ordena los esfuerzos del hombre, Su obra y Su respaldo son lo que hacen la diferencia al edificar. Dios no pide que el constructor deje de laborar, ni tampoco sugiere que los guardas abandonen sus obligaciones, ni tampoco que los hombres muestren su confianza en Dios al no hacer nada: no, Él supone que ellos harán todo lo que puedan, pero demanda no fijar la confianza en lo que hacen o han hecho, Dios asegura que todos los esfuerzos de las criaturas serán en vano a menos que el Creador respalde la obra de cada quien. Sin la presencia de Dios es imposible construir un hogar que funcione. Todo trabajo que hagamos sin la presencia de Dios es infructuoso. Ahora habrá muchos que dirán pero Dios está conmigo, Dios es quien me respalda, Dios es quien me bendice; a todo el que piensa así le invito a recordar lo que dice la palabra: “ el que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él” Juan 14:21 si esto es verdad en tu vida entonces ten por seguro que el favor y la presencia de Dios van contigo de lo contrario no, donde hay pecado no está Dios, donde no se hace ningún esfuerzo por agradar a Dios con lo que se hace o se deja de hacer no está Su presencia mucho menos Su respaldo.
Oración: Padre Eterno tú conoces las condiciones en que se encuentra mi hogar, sabes cuán profunda es nuestra necesidad de ti, Señor hasta el día de hoy hemos hecho nuestro mejor esfuerzo, nos hemos sacrificado por asegurarnos de tener todo lo necesario para vivir bien, pero hemos hecho todo conforme a nuestro parecer y no te hemos tenido en cuenta, no te hemos honrado con nuestras decisiones, perdona Señor por cómo hemos hecho hasta hoy. Te entrego el control de mi vida y de mi hogar y te ruego que nos des la sabiduría para edificar y que nuestra obra permanezca y de fruto. Amén
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