La gratitud que transforma
“Alabaré el nombre de Dios con cántico; lo exaltaré con acción de gracias” Salmo 69:30
16 ago 2025 2:22
“Alabaré el nombre de Dios con cántico; lo exaltaré con acción de gracias” Salmo 69:30
15 ago 2025 5:16
“En Él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de Su voluntad” Efesios 1:11
14 ago 2025 2:31
La relación entre arrepentimiento y el avivamiento es estrecha y profunda. Un avivamiento genuino no se reduce a experiencias emocionales temporales; nace cuando la Palabra de Dios confronta al corazón y convoca a una vuelta total a Dios. Sin un arrepentimiento profundo, el avivamiento corre el riesgo de quedarse en una efervescencia emocional de corta duración. El verdadero avivamiento sostiene la vida cristiana a lo largo del tiempo porque está anclado en un cambio de mente y vida que da frutos en obediencia, amor y sumisión. En la práctica, cultivar un arrepentimiento genuino en la vida de la iglesia requiere de una liturgia de confesión y de un discipulado que acompañe la transformación. La predicación debe penetrar las capas de engaño y exponer la necesidad de una reforma interior. La confesión de pecados, debe ir acompañada de seguimiento pastoral y planes de rendición de cuentas. Y, sobre todo, la disciplina espiritual —Lectura bíblica, oración, obediencia y servicio— debe sostener la vida de fe para evitar la superficialidad y la religiosidad vacía.
13 ago 2025 2:38
El ministerio de Jesús inició con una convocatoria radical: ¡Arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios, porque el reino del cielo está cerca! (Mateo 4:17) Este llamado, lejos de ser una simple fórmula para iniciar la vida cristiana, revela la gravedad y la belleza del camino que Dios propone para Su pueblo. El arrepentimiento, entendido correctamente, es un cambio de mente y de corazón forjado por el Espíritu, que desemboca en un cambio de dirección, de hábitos y de modo de vivir. No es una mera emoción pasajera ni un remordimiento superficial; es un giro efectivo del ser hacia Dios, una renuncia a lo que nos aparta de Él y una búsqueda intencional de Su voluntad.
12 ago 2025 3:06
“Pero tengo una queja en tu contra. ¡No me amas a mí ni se aman entre ustedes como al principio! ¡Mira hasta dónde has caído! Vuélvete a mí y haz las obras que hacías al principio” Apocalipsis 2:4-5 NTV
11 ago 2025 2:45
¿Alguna vez te has detenido y te has preguntado: “¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Por qué las horas pasan tan rápido y mi corazón se siente cada vez más lejano a Dios”? La vida con todas sus bendiciones —la familia, el trabajo, la iglesia— puede llegar a convertirse en una maquinaria, en un conjunto de obligaciones que vacían el alma, en lugar de mantener viva la pasión por Jesucristo. La Escritura nos recuerda que Dios anhela que nuestro amor por Él sea como el de una novia enamorada: “Recuerdo la devoción de tu juventud, cómo me amabas y estabas dispuesta a seguirme aún a lugares desolados” (Jeremías 2:2, parafraseado). Cuando nuestro amor se enfría, cuando la rutina y las circunstancias nos vuelven indiferentes, Dios, que es un amante lleno de misericordia, nos llama a volver a Él con un corazón contrito y humillado. Jeremías, en su mensaje, nos muestra que, aunque Dios denuncia la traición de Su pueblo, también expresa Su amor persistente: “Vuélvete, oh rebelde Israel… no haré caer mi ira sobre ti, porque soy misericordioso” (Jeremías 3:12-13). Dios, en Su infinito amor, envía la invitación a regresar: “Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones” (Jeremías 3:22). Esa es la buena noticia del evangelio: en medio de nuestra idolatría y alejamiento, Dios persistentemente nos llama a volver y nos ofrece sanidad y restauración.