La lucha y el descanso correcto

Publicado el 18 de octubre de 2023, 6:43

Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” Mateo 7:13-14

La puerta que lleva a la vida es estrecha… y el camino, un camino ciertamente difícil, y pocos son los que la encuentran. Entonces, la vida cristiana es dura, ¿verdad? Es difícil, es una lucha, es una guerra... todo esto es cierto, pero eso no es todo. Jesús también dijo: “Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar. Tomen Mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que Yo soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas. Porque Mi yugo es fácil y Mi carga ligera” (Mateo 11:28-30) Entonces que… ¿Descansar o trabajar duro?  ¿Es descanso ser cristiano o ser cristiano es una lucha? Y la respuesta es: ambas cosas, y así es como se unen: la lucha es descansar en el lugar correcto, y el mundo entero te dice que descanses en los lugares equivocados.

El mundo nos dice constantemente que descansemos en el dinero, que descansemos en el éxito, que descansemos en nuestra apariencia, en los placeres, que descansemos en nuestras fuerzas, en nuestras capacidades, que descansemos en nuestros negocios. El mundo quiere que encuentres tu satisfacción, tu descanso, tu tranquilidad en los seguros contra todo riesgo, los sistemas de seguridad, los cruceros, la gran jubilación, la gran cartera. Estos son todos los lugares aprobados por el mundo para encontrar descanso… pero Dios nos dice que sólo existe un lugar correcto para descansar, por ello es que resulta difícil descansar para los cristianos que son mundanos, no importa cuánto batallen para encontrar descanso… sus almas siempre agonizaran bajo el peso agobiante de su pesada carga.

No es que la jornada del creyente sea menos ardua que la del incrédulo… sino que su motivación y descanso a la hora de trabajar por el gozo son distintos, aun cuando estemos desempeñando la misma actividad que hace el incrédulo. La diferencia no radica principalmente en lo que hacemos sino en cómo lo hacemos, porque si bien es cierto que tenemos un lugar en la causalidad de lo que acontece, si las cosas se dan es porque Dios las hizo posible… entonces, tenemos un llamado al esfuerzo pero no como lo hace el mundo, y tenemos un llamado al descanso pero no como lo hace el mundo… porque no trabajamos como el mundo trabaja (en sus fuerzas), ni trabajamos por lo que el mundo trabaja (aquello que perece)… Nosotros, el pueblo de Dios buscamos un tesoro incorruptible, una herencia inmarcesible que al final hará completamente indiscutible que sin importar cuanto nos hayamos esforzado y cuales sean nuestros logros la gloria es toda de Dios.

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