
¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso? Es más alta que los cielos…” (Job 11:7-8).
En cada situación y circunstancia de tu vida, Dios siempre está haciendo miles de cosas diferentes que no sabes ni puedes ver. Por si pasaste esa frase al vuelo, vuelve a leerla. Permite que la perspectiva eterna de esta declaración quede permanentemente grabada en tu pensamiento, es una verdad que todos necesitamos que cuelgue en nuestro corazón.
No importa qué crisis o complicación podría estar amenazando con afectar tu vida, Dios está obrando. Puede que no lo veas, pero debes saber que es verdad. Y Él no solo está haciendo una o dos o un par de cosas en esa situación. Él está haciendo miles de cosas o más aún. Aunque a veces Él podría permitirnos ver algunos de sus propósitos, para que entendamos y digamos: “¡Ah, con razón!”; gran parte de lo que Él está haciendo ocurre detrás del telón, providencialmente, oculto de nuestra vista y entendimiento limitado. Nunca podrás ni siquiera llegar a imaginar lo que Dios está haciendo en tu vida. Es posible que no puedas ver el final o el resultado de cada situación. En todo caso, no todavía. Pero puedes estar seguro de que Él sabe lo que está haciendo. Él es Dios y está obrando: expresamente, hábilmente, tiernamente. Y un día, cuando mires atrás y veas el camino que transitaste desde una perspectiva celestial, verás la mano de Dios en todas esas circunstancias inexplicables, y dirás con asombro y adoración: “¡Todo lo hiciste bien!”. Puedes estar seguro.
¿Cómo cambiaría tu actitud hacia un problema difícil si tuvieras el convencimiento de que Él está supervisando cuidadosamente cada paso y detalle de tu vida y está haciendo infinidad de cosas para glorificar Su nombre a través de esa situación? Concédeme oh Señor tal gracia, que en toda circunstancia tenga yo ojos que vean tu obra y corazón que confié en tus determinaciones. Amén