Esencial y no opcional, así es Cristo

“…y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad. Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre” Hechos 5:40-41

Mucho de lo que somos hoy como iglesia se basó en la enseñanza bíblica de un estilo de vida radical y centrado en Dios. El tipo de vida que se captura en oraciones bíblicas como:

• “El que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará”.
• “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”.
• “Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida”.
• “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
• “Amad a vuestros enemigos y haced el bien a los que os odian”.
• “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y alma y fuerza y ​​mente”.
• “No temáis a los que matan el cuerpo y después no tienen nada que hacer”.
• “¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os digo?”

Cuan necesario es que en este tiempo nuevamente levantemos esta bandera de vida radical, arriesgada, centrada en Dios y valiente… en tiempos en que el Reino de los Cielos sufre violencia, eso es lo que Dios nos llama a hacer. Necesitamos romper con hábitos profundamente arraigados de timidez, silencio y miedo. Necesitamos ser liberados de las ansiedades establecidas desde hace mucho tiempo de irritar y ofender y ser calumniados. Necesitamos ser libres para decir la verdad en amor ignorando las burlas que siguen. La valentía está en el centro de lo que significa vivir de una manera digna del evangelio.  Uno de los mayores temores hoy (dentro de la iglesia y fuera de ella) es el temor de ser clasificados como: racistas, homofóbicos, extremistas, fanáticos, etc… pero ahí radica el peligro. Qué tragedia cuando el gran temor no es deshonrar al Señor al apartarnos de Su verdad y justicia, sino ser acusados, etiquetados, calumniados con palabras que están impulsadas a destruir.  Nuestro mayor peligro es que tengamos tanto miedo de ser etiquetados como fanáticos que podemos abandonar cualquier verdad o cualquier acción que el mundo pueda interpretar como una ofensa.

Todos soñamos de vez en cuando tener la bienaventuranza de los que sufren por causa de la justicia. Soñamos con sufrir noblemente, incluso heroicamente, por Jesús. Pero, ¿qué sentirás cuando las personas distorsionen tu causa y digan que no eres una persona noble con coraje que sufre por la justicia, sino que eres un fanático engañado? ¿Podrás regocijarte como los apóstoles de que fuiste avergonzado de esta manera, de que fuiste mal entendido, mal interpretado y calumniado? ¿Estarás seguro en Dios y tan confiado en Su verdad que te regocijarás? ¿O te humillarás y te arrastrarás con miedo para que no te clasifiquen de esta manera? Amada iglesia, el valor en Cristo está en el corazón de la vida cristiana, no en la periferia. Es esencial no opcional.