Lo que te llevará a la luz

Publicado el 12 de abril de 2025, 4:24

“Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis. Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido” Jeremías 35:15 y 17

Este pasaje del profeta Jeremías refleja con claridad el profundo anhelo de Dios por Su pueblo: un anhelo de restauración y reconciliación. Desde tiempos antiguos, Él ha enviado a Sus siervos, a Sus profetas, para exhortar a Su pueblo a volverse de su mal camino y a enmendar sus obras. La advertencia es muy seria; el juicio de Dios se acerca a aquellos que desatienden Su palabra y menosprecian Su llamado.

No podemos dejarnos llevar por los deseos engañosos de nuestro corazón o por las ideas distorsionadas de nuestra mente. Necesitamos alinear nuestra vida con Su palabra, porque actuar en rebeldía no solo nos expone al juicio divino, sino que también nos priva de la bendición que Dios tiene para nosotros. No estoy aquí para condenar a nuestra generación ni a nuestras congregaciones en su totalidad, ya que hay hombres y mujeres de Dios, comunidades que predican y viven la palabra con fidelidad. Sin embargo, es crucial que todos los que han sido confrontados por el Espíritu Santo respondan a esa convicción: ¡Rindan sus vidas a la palabra de Dios! Busquen conocerla, estudien sus profundidades, y pidan la sabiduría del Espíritu Santo para interpretar correctamente las Escrituras. Nunca sustituyan la Palabra de nuestro Creador por meras opiniones o pensamientos humanos. Aunque parezcan ser una bendición, esas sustituciones nos llevan a confusiones y errores. Al despojarnos de toda idea que no esté en línea con la Escritura, encontraremos la claridad y la paz que solo Él puede ofrecer. Estando bajo la guía de la Sagrada Escritura es donde el poder y la autoridad del Evangelio se manifiestan.

Es esencial recordar el trasfondo de la Reforma Protestante. Durante siglos, las tradiciones de hombres prevalecieron sobre la autoridad bíblica, llevando a muchas prácticas que contradicen la Palabra de Dios: oraciones a santos, oraciones a muertos, las indulgencias, entre muchas otras. La esencia de la Reforma es volver a basar nuestra vida espiritual únicamente en la Biblia, rechazando cualquier cosa que no esté alineada con su verdad. Hoy la iglesia necesita miembros dispuestos a reformarse a través de la Palabra de Dios, dispuestos a abandonar prácticas que, aunque puedan parecernos espirituales, no tienen fundamento bíblico. Debemos estar alerta ante los pensamientos que pueden llevarnos a la confusión. No permitamos que otros nos engañen con creencias que no encuentran su respaldo en la Escritura. Hoy, más que nunca, necesitamos un temor reverente por la voluntad divina. No repitamos el error de separar lo insustituible: la Palabra de Dios. Solo así estaremos resguardados de las tinieblas y podremos caminar en Su luz.

Oración: Amado Dios, Tú nos exhortas a escuchar Tu voz y a seguir Tus mandamientos, no porque desees limitar nuestra libertad, sino porque anhelas nuestra vida y bendición. Te ruego, oh Padre eterno, que hagas lo que sea necesario para que mi corazón desee Tu Palabra, para que seguir Tu voluntad sea mi mayor deleite. Ayúdame a perseverar en el estudio y la obediencia a Tu palabra. Amén.

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Comentarios

Shirley García
hace 18 días

Amén