No abandones tu viña

Publicado el 21 de abril de 2025, 3:57

“Mi viña, que era mía, no guardé” Cantares 1:6

Reflexionemos sobre esta potente declaración tomada del libro de Cantares: “Me pusieron a guardar viñas, y mi viña que era mía no guardé.” Estas palabras nos invitan a un examen profundo de nuestra vida espiritual y de nuestras prioridades.

Hemos trabajado arduamente en nuestras vidas. Nos levantamos cada mañana, nos afanamos en nuestros empleos y responsabilidades, luchamos por alcanzar metas, por proveer para nuestras familias y construir un futuro. Pero les pregunto: ¿para qué hemos trabajado? ¿Quién ha sido nuestro verdadero jefe en la labor que realizamos? Es crucial que nos detengamos a considerar cuál es el propósito detrás de nuestro esfuerzo diario. La realidad, y es una realidad dolorosa, es que en gran medida hemos descuidado nuestra misión más significativa: guardar nuestras propias viñas. Nuestra relación con Dios, la comunión con el Creador, ha pasado a segundo plano, mientras nos ocupamos con lo temporal y lo efímero. Reflexionemos juntos: ¿no hemos tratado a Dios con descuido, poniendo otras cosas en Su lugar?

Hemos encontrado tiempo para todo: para el trabajo, el mercado, las actividades del hogar, e incluso para perdernos en la televisión o en nuestros dispositivos móviles. Hemos dedicado días enteros a cosas triviales, pero ¿qué hay de nuestra comunión con el Señor? ¿Qué hay de nuestro servicio a Él? Esta negligencia debe hacernos pensar, porque nosotros no seremos interrogados sobre nuestras posesiones, nuestros logros materiales, o nuestras profesiones. Lo que verdaderamente será examinado es cómo hemos dedicado nuestros esfuerzos a hacer fructificar nuestra viña, que representa nuestra vida y nuestro propósito en Cristo.

La Escritura nos advierte que daremos cuentas de cómo hemos invertido nuestras fuerzas en producir frutos espirituales y en honrar a Dios. ¿Al mirar atrás podremos decir que lo precioso en nuestra vida no ha sido reemplazado por lo vano? La pregunta que debemos hacernos hoy es: ¿Cómo estamos cultivando nuestra viña? Hermanos, en nuestra vida espiritual, cada uno de nosotros tiene una viña que cuidar. Esta viña es nuestra relación con Dios, el llamado que Él nos ha dado y nuestra responsabilidad de llevar a otros a conocerle. Permítanme recordarles que no hay nada más gratificante que ver los frutos de una vida dedicada al Señor.

Oración: Bendito Dios de toda gloria y alabanza, te adoramos esta mañana por la persona que eres y por la obra que realizas en nuestras vidas. Señor, te pedimos que nos concedas salir del sueño en que a veces nos sumergimos. Despiértanos, oh Dios, y alumbra nuestras mentes con la luz de Cristo. Que nuestras vidas no sigan avanzando indiferentes, sino que traigas arrepentimiento a nuestros corazones. Conviértenos y ayúdanos a ser diligentes en atender nuestra relación contigo y en llevar a otros a conocerte. Amén.

Valoración: 5 estrellas
8 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace 9 días

Amén 🙏🙏🙏