Lo que aumentará la perfección de este día

Publicado el 31 de diciembre de 2022, 4:21

Si habéis, pues, resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:1-2, LBLA).

 

Si bien es cierto que cada tiempo del año es igual, es innegable que los días en que estamos tienen un atractivo   especial,  que  seduce  y conmueve a grandes y chicos, creyentes e incrédulos… todos de algún modo somos afectados. Es tiempo que coincide con el receso en muchas actividades, descanso de muchas labores… pero huir de Cristo hacia el ocio sin Cristo hace que el alma se reseque. Al principio puede sentirse como libertad y diversión disminuir en la oración y abandonar la Palabra. Pero luego pagamos: la superficialidad, la impotencia, la vulnerabilidad al pecado, la preocupación por vanidades, relaciones superficiales, y una pérdida alarmante de interés en la adoración y en las cosas del Espíritu.

No permitamos que estos días como el de hoy hagan que nuestra alma se marchite. Que esté tiempo que ha sido ansiado durante todo el año no se convierta en un sustituto de Dios. Que las condiciones que confluyen en este tiempo y que promueven un bien estar mayor al resto de meses del año no desvíen nuestra mirada y corazón de lo supremo…. Nos parece fantástico este tiempo, pero aún con todo lo bueno de estos días no se comparan con lo que Dios prepara para nosotros en el siglo venidero “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9). Jesucristo siempre será el centro de cada temporada y fecha especial del año. Él es y debe ser preeminente en todas las cosas (Colosenses 1:18), incluyendo las vacaciones, los días de paseo, las cenas familiares, aún en estos días tan gratos, de supuesto descanso y placer Él sigue invitando: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). Participar de este ofrecimiento será lo que magnificara el valor y propósito de estos días…. Vamos, venid a Él! ¿Lo queremos? Esa es la pregunta. Cristo se nos da en proporción a cuánto lo deseamos  “Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón” (Jeremías 29:13). Una de las razones para dar al Señor una atención especial en este día es para decirle “Queremos tu refrigerio. De verdad lo queremos”.

En diciembre el mundo está muy presente entre nosotros… pero todo esto que es “grato y deseable” no se compara con las cosas de arriba no importa cuán perfectos e inolvidables sean estos… “La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera” (Apocalipsis 21:23). Así que, lo perfecto de estos días es solo un atisbo de lo que un día contemplaremos si perseveramos: la gloria de Dios. La pregunta es ¿Tendremos ojos para ver? ¿Queremos ojos para poder ver? Señor, permítenos ver la Luz más allá de la fogata.

 

Oración: oh Señor no hay plenitud ni placer en esta tierra que pueda compararse con el placer de contemplar la majestad de tu gloria, todo lo creado es el reflejo de tu grandeza por tanto no puede remplazarte, Señor que el reflejo de tu gloria no deslumbre nuestra alma al punto de impedirnos contemplarte a ti que es lo que verdaderamente tiene recompensa, oh Señor en tu misericordia fortalécenos para escoger la mejor parte. Amén

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