El galardón de la confianza

Publicado el 31 de mayo de 2023, 6:23

Hebreos 10:32-35

Hemos distorsionado el cristianismo al centrarnos sólo en las necesidades visibles, hemos creído y enseñado que ser cristiano es lo que hará que la vida sea mucho mejor. No es un llamado a sufrir como extranjero, sino a prosperar como ciudadano respetado, y a estar muy indignados y enojados si no lo hacemos... el cristianismo del Nuevo Testamento nos parece casi increíble y difícilmente podemos comprender cómo era ser cristiano en el principio. El escritor le dice a la iglesia que "recuerde los días pasados, cuando, después de haber sido iluminado, soportó un gran conflicto de sufrimientos". ¿Qué significa iluminados? Es una referencia clara a la conversión, Dios dice: "Hágase la luz", en nuestros corazones y nos llena con la confianza de Su realidad y valor. Así que estamos "iluminados": vemos la gloria de Dios y la realidad de Cristo más claramente. Pero Convertirse en cristiano significa que también resplandecemos como luces en medio de un mundo torcido y perverso (Filipenses 2:15). No solo vemos la luz de la gloria de Dios más claramente, comenzamos a reflejarla, la primera experiencia los liberó del mundo y la segunda los hizo sobresalir del mundo.

Y el resultado fue sufrimiento, antes de que Jesús dijera: "Así brille vuestra luz delante de los hombres para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos" también dijo: "Bienaventurados sois cuando los hombres os reprochen y os perseguirán y pronunciarán toda clase de mal contra vosotros por causa mía” En otras palabras, algunos son iluminados por tu resplandor; otros estarán indignados por tu resplandor. Se necesita mucho coraje para dejar que tu luz brille ante un mundo que tal vez no quiera verla, se requiere una gran cantidad de desapego de las posesiones que hemos acumulado en este mundo. Parece que el fundamento de la valentía en la obediencia radical a Jesús es la libertad del amor a las cosas. Cualquiera que sea la medida de pérdida material y física a la que Dios te llame en este mundo, una cosa es cierta: ser cristiano significa estar dispuesto y listo para déjalo todo por Cristo y Su Palabra.

Una de las principales razones por las cuales la iglesia de este tiempo está tan anémica, es que nos sentimos en casa. Los primeros cristianos eran extranjeros y exiliados cuyo verdadero hogar estaba en el cielo. Ese mundo era tan real para ellos y tan precioso que hicieron lo impensable: "aceptaron con alegría la confiscación de sus bienes". Ellos creían dos cosas acerca de su posesión en el cielo: una es que es mejor ("vosotros mismos tenéis una mejor posesión" y la otra es que esta posesión es permanente. La clave de su alegría en medio del peligro y la pérdida era que simplemente no le daban mucha importancia a este mundo. Habían sido trasladados al reino del Hijo de Dios (Colosenses 1:13). Habían pasado de muerte a vida. Sus vidas estaban escondidas con Cristo en Dios.

Si vamos a ser valientes, si vamos a vivir de manera que se manifieste el valor del evangelio, si vamos a asumir los riesgos que los primeros cristianos asumieron por Cristo y Su reino, si somos vamos a ser tan audaces como un león, entonces vamos a tener que poner nuestra mente en las cosas que están arriba, no en las cosas que están en la tierra.  A eso nos está llamando Dios en estos días. Que haya verdadera "iluminación" del evangelio entre nosotros. Y que sepamos que tenemos una posesión mejor y duradera.

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