
"Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten" Colosenses 3:21
El mundo dice: No desalientes al niño, incrementa su auto-confianza. La Escritura dice, No desalientes al niño, incrementa su confianza en Dios. De hecho, la Escritura es más precisa que eso; ella enseña: No desalientes al niño, sino haz lo que puedas para desenraizar su confianza en sí mismo y reemplazarla con una confianza en Dios. Las personas no tienen éxito al sentir auto-confianza, es más La mayoría de las personas son muy infelices por su inhabilidad de aparentar auto-confianza, auto-seguridad y tener el control. Así que la confianza que debemos alentar en nuestros hijos no es la auto-confianza, sino una confianza en la gracia y el poder de Dios. "No temas… YO ESTOY CONTIGO."
Preguntémonos ¿Cómo puedo borrar la auto-confianza del corazón de mis hijos y llenarlos con la confianza, el valor, el celo y la resolución que está enraizada en la gracia y el poder de Dios y no en ellos mismos? ¿Cómo puedo ser el tipo de padre cuyos hijos no se desalientan ni pierden el vigor o se descorazonan, sino que están llenos de esperanza, felicidad, confianza y valor para intentar cosas grandes para la gloria de Dios? Esta pregunta nos lleva a el deber que como padres cristianos tenemos de no exasperar a nuestros hijos. Es nuestro deber cuidarnos del mal uso de la autoridad dada por Dios. En Efesios se expresa como "No provoquéis a ira" Los padres deben evitar todo lo que arruine la confianza de un niño en Dios y los deje sin esperanza y sin aliento. Pero, ¿Qué hacen los padres para abocar a sus hijos al desaliento y desesperanza? Por lo menos dos cosas:
Primero, cuando fallan al SER felices, esperanzados y confiados en Dios: Padre, lo que ERES en relación con Dios es mucho más importante que cualquier técnica de paternidad que trates de emplear. ¿Esperarán tus hijos en Dios si tu esperanza está puesta en el dinero? ¿Serán tus hijos felices en Dios si ellos ven que cualquier actividad para ti es una experiencia más feliz que la adoración? ¿Pondrán tus hijos su confianza en Dios si toda tu conducta comunica el deseo de parecer auto-suficiente? El trabajo más importante que un padre puede hacer por el bien de sus hijos es ser un verdadero creyente. La estrategia más importante para criar hijos es ser un hombre nuevo en Cristo cuya esperanza, felicidad y confianza está en Dios y no en sí mismo ¿quién soy yo delante del Dios vivo y delante de mis hijos?
Lo segundo es disciplinarlos de forma impulsiva, errática e inconsistente: La disciplina impredecible, impulsiva y hostil hace a los niños temerosos, amargados, mentirosos y desalentados. Ellos no saben de dónde o por qué vendrá la próxima explosión. Cuando la disciplina es controlada, apropiada, consistente y basada en reglas claras, en principios de justicia en el hogar se crea una atmósfera donde los niños actúan en libertad. Ellos conocen los límites y se sienten seguros y libres para soñar, jugar, planear y trabajar dentro de esos límites de justicia. Ellos ganan confianza en que esta es la manera como que Dios es: Él no es un Dios caprichoso, impulsivo, errático o inconsistente… Así que padres, no exasperéis a vuestros hijos siendo impulsivos, erráticos o inconsistentes en la disciplina. Sean como su Padre en los cielos, para que sus hijos puedan conocerlo mejor y ser esperanzados, felices y confiados en Él.
Los padres tienen una responsabilidad especial en la vida moral de la familia. Así que padres, les urjo a tomar esa responsabilidad, y a que sean el tipo de padre que da esperanza, felicidad y confianza a sus hijos porque ustedes mismos han encontrado su esperanza, su felicidad y su confianza en Dios.
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