La piedra que aun siendo rechazada cumple Su propósito

Publicado el 26 de junio de 2023, 5:30

“Y viniendo a Él como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios, también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.  Pues esto se encuentra[e] en la Escritura: He aquí, pongo en Sión una piedra escogida, una preciosa piedra angular, y el que crea en Él no será avergonzado. Este precioso valor es, pues, para vosotros los que creéis; pero para los que no creen, La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido,  y, piedra de tropiezo y roca de escándalo; pues ellos tropiezan porque son desobedientes a la palabra, y para ello estaban también destinados” 1 Pedro 2:4-8

Si confías en Cristo, la piedra angular de Dios, no serás decepcionado. Esta piedra no resultará defectuosa. Si construyes tu vida sobre esta piedra, tu vida no se derrumbará en la tormenta. Si te escondes detrás de esta piedra, estarás a salvo. Si te paras en la verdad de esta piedra, no te avergonzarás. Si te unes a otros en la casa espiritual edificada sobre esta piedra, estarás orgulloso de tus cimientos y tu comunión permanecerá. "He aquí que pongo en Sion una piedra escogida, una piedra angular preciosa, y el que cree en él no será avergonzado".

Hasta ahí todo es fantástico, pero Pedro no detiene su discurso, el continúa… pero para los que no creen: 'La piedra que desecharon los constructores, ésta se convirtió en la piedra angular' no creer en Jesús es como rechazar la piedra que Dios ha puesto como piedra angular. Dios envía a Su Hijo para que sea la piedra principal en la edificación de Su iglesia, Su pueblo. Pero algunos no confían en Él; lo rechazan ¿qué efecto tiene eso en el propósito de Dios? Esto no anula el propósito de Dios en absoluto. “La piedra que desecharon los edificadores, ésta se convirtió en piedra angular” Entonces si crees en esta piedra, no puedes perder; y si no crees en Él, no puedes ganar. La incredulidad humana no frustra ni derrota los propósitos de Dios. Si Dios determinó que Jesús sea la principal piedra del ángulo, los seres humanos pueden traicionarlo, abandonarlo, negarlo, burlarse de él, golpearlo, escupirlo, golpearlo con varas, coronarlo de espinas, despojarlo, crucificarlo y sepultarlo —pero no pueden impedir que sea lo que Dios le destinó a ser, la Piedra Angular Viva de un pueblo grande y glorioso—.

Las elecciones humanas no pueden finalmente destruir el templo de Dios. No son definitivas… una persona puede rechazar la Piedra preciosa y escogida de Jesucristo. Pero si lo hace, dos cosas siguen siendo ciertas:

  1. la piedra no será rechazada por Dios, sino que aún será puesta en el lugar de honor y gloria por los siglos de los siglos como la principal piedra del ángulo; y
  2. el que rechaza la piedra nunca podrá jactarse ante Dios de haber frustrado el diseño final de Dios para su templo.  Él no puede ser derrotado, triunfa incluso en su propio rechazo.
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