Tú eres el testigo fiel y verdadero que Dios quiere usar

Publicado el 9 de julio de 2024, 4:42

Tal vez a este punto tu corazón este de algún modo apercibido de cuan necesario es para los que no han creído que como creyente lleves a ellos el evangelio, pero tal vez solo tengas un tiempo limitado para impactar a tus amigos y familiares aún no salvos con el evangelio, antes de que seas etiquetado por ellos y pongan distancia. Por esto, es importante que aproveches el corto tiempo con el que cuentas, mientras aún te puedan y quieran escuchar.

Muchos dando rienda suelta a su fervor han atropellado a aquellos que desean ayudar tratando de conseguir de ellos una «decisión por Cristo». Han sido sinceros, apasionados, amorosos, gentiles y al mismo tiempo ignorantes al no entender que la salvación no viene al hacer una “decisión” o repetir una oración, sino a través del arrepentimiento, y el arrepentimiento es algo dado solo por Dios (2 Timoteo 2.25). Ninguno puede venir al Hijo a menos que Dios Padre lo traiga (Juan 6:44). Si eres capaz de obtener una decisión, pero no tienen convicción de pecado, es casi seguro que terminarás con un aborto espiritual en tus manos. Un celo sin conocimiento puede echar a perder todo y posiblemente no habrá otra oportunidad.

Por tanto, comienza orando fervientemente por ellos, da gracias a Dios por la salvación de ellos. Permite que ellos vean tu fe. Permite que sientan tu bondad, tu amor genuino y amabilidad. Cómprales regalos sin ninguna razón. Haz tareas en su casa que no te han pedido. Ve la milla extra. Colócate en su lugar. Tú sabes que has hallado vida eterna. ¡La muerte ha perdido su aguijón! Tu gozo es inexplicable – pero en cuanto a ellos respecta, te han lavado el cerebro. Haz venido a formar parte de una secta extraña. Entonces, tus acciones de amor hablarán más alto que diez mil sermones. Trata de evitar una confrontación verbal hasta que tengas el conocimiento que guíe tu celo. Ora por sabiduría y para ser sensible al tiempo de Dios. Quizá sólo tengas una oportunidad, así que haz que cuente… Mantén la calma porque si no lo haces, quizá te lamentes de por vida. Créeme, es mucho mejor escuchar a un «Cuéntame de tu fe en Jesucristo» que decir «Siéntate aquí, quiero hablarte…».

Es importante que comprendamos que debemos compartir nuestra fe con otros siempre que podamos. La Biblia dice que solo hay dos momentos en que debemos hacerlo – “a tiempo y fuera de tiempo” (2 Timoteo 4.2). Debería ser nuestra oración la misma de Pablo “que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”. (Efesios 6.19-20) Recuerda que tienes la suprema responsabilidad de hablarle a los seres queridos de otros, pero muchas veces, cuando abras tu boca para compartir el Evangelio, puedes ser la respuesta a la oración ferviente de otro cristiano. Quizás ha clamado a Dios que use a un testigo fiel para que hable a su padre o a su madre, y tú eres la respuesta a esa oración. Tú eres el testigo fiel y verdadero que Dios quiere usar.

Nunca pierdas de vista el mundo y sus sufrimientos. Mantén el destino de los perdidos ante tus ojos. Muchos de nosotros nos acomodamos en las bancas de un templo y nos volvemos sal que no sala. Solo nos acercamos aquellos que ya hacen parte de la Iglesia, cuando Jesús fue el “amigo de pecadores” (Lucas 7:34). Entonces, haz tiempo para ser un amigo por la causa de su salvación. Recuerda que cada persona que muere en sus pecados tiene una cita con el Juez del Universo. El Infierno abre de par en par sus terribles mandíbulas. No existe una tarea mayor que el que se nos haya confiado el Evangelio de Salvación – trabajar con Dios para el bienestar eterno de una humanidad en agonía.

Tomado de Living Waters

Valoración: 4.8571428571429 estrellas
7 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace 10 meses

🙏🙏🙏