
“Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia. Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia” Salmo 59: 16-17
David era un fugitivo del irracional rey Saúl. Se encontraba perseguido por hombres violentos cuyo objetivo era matarlo, pero en todas las oportunidades Dios lo rescató y por ello David cantó, cantó acerca de la misericordia y el poder de Dios. Así ha sido a lo largo de toda la historia de la redención. Cuanto más ha sufrido el pueblo de Dios, cuanto más se le ha obligado a vivir al borde de la eternidad, donde las cosas son reales y toda farsa y superficialidad desaparecen, más profundas y hermosas han sido la música y los himnos que han surgido. Como dijo C. H. Spurgeon: "La música del santuario está en gran medida en deuda con las pruebas de los santos"… si el sufrimiento no hiciese parte de la técnica que perfecciona el barro que moldea el Alfarero divino el cancionero de la Biblia y los himnarios de la iglesia serían muy pobres en contenido y el canto de la iglesia reunida no llegaría a tocar los corazones.
El canto que puede encender nuestro corazón con verdadero fervor y entusiasmo por Dios es ese canto que nace en el día de la angustia, cuando saboreamos el poder y la misericordia de Dios en medio del sufrimiento. Un ejemplo de ello es el pasaje con el que iniciamos, David canta al poder y la misericordia de Dios son tan preciosos para David que se unen para formar una fortaleza y refugio para su vida en medio de la adversidad. ¿Cuándo cantarás realmente el poder y la misericordia de Dios? Quiero decir, ¿Cuándo cantarás realmente desde lo profundo de tu corazón? La respuesta es que sólo podrás cantar así cuando sufras por Jesucristo, y encuentres en medio de ese sufrimiento que el poder y la misericordia de Dios son tu refugio y fortaleza. No, esta no es una invitación a que procures ser perseguido, lo que quiero decir es que debemos abrir los ojos. Este mundo es una enorme y dolorosa llaga de necesidad. Personas en asilos, en hospitales, en cárceles, con dolor, con hambre, con confusión, esclavizadas por el dinero, el alcohol, las drogas, la pornografía… personas en todas partes que necesitan el evangelio, que es el poder de Dios para salvación. Lo único que quiero decir es que abras tus ojos y permitas que tu corazón se conmueva, y sufras. Y entonces podrás cantar con verdadero celo y entusiasmo por la obra de Dios en toda esa necesidad, porque entonces verás y conocerás el poder y la misericordia de Dios de una manera que nunca antes habías conocido. Los "creyentes" seguros, protegidos y cómodos que viven para sí mismos y no se esfuerzan por satisfacer tantas necesidades como puedan, nunca podrán cantar como David. Pasarán sus vidas disfrutando las bendiciones de Dios y preguntándose por qué no pueden cantar los grandes himnos de la iglesia de Dios con auténtica profundidad de emoción. ¡Qué privilegio el de cantar juntos como iglesia! Cuando el ejército del Señor ha servido hasta el límite y ha encontrado en el poder y la misericordia de Dios una fortaleza y un refugio, y luego se reúne para adorar al Dios de toda la tierra, no hay nada de este lado del cielo como las voces y los corazones unidos de estas personas.
Por último, consideremos cómo comienza este salmo: “al músico principal”. ¿Por qué? David había sufrido, de su sufrimiento había nacido un cántico. ¡Y se iba a cantar bien! Se iba a cantar “Según No destruyas” (nadie sabe hoy lo que eso significa) Pero podemos estar seguros: ¡el músico principal del coro lo sabía! Entonces: había un coro, había un músico principal, había un cántico nacido del sufrimiento y había una manera de cantar este cántico. ¿No nos enseña esto que el canto en la iglesia de Dios debe hacerse bien? La Iglesia no siempre ha seguido el ejemplo de David, la Iglesia no siempre ha creído en esto. Sobre todo, en nuestros días donde incluso hay quienes son incapaces de levantar su voz para cantar en medio del servicio de adoración y permanecen en silencio e indiferentes, otros ni siquiera llegan a este momento del culto porque parece que este fuera un tiempo que no importa porque lo importante es la prédica… No amada iglesia, este tiempo es importante porque si lo hacemos bien es el momento en el que hacemos barbecho para que nuestros corazones estén preparados para la buena semilla que ha de ser sembrada.
Oración: Oh Señor no me permitas estar indiferente o ausente cuando el resto de tu iglesia está reunida adorándote por medio de los himnos y la adoración, enciende mi corazón con verdadero celo, límpiame de la maldad que me hace indiferente e irreverente en el momento en que la iglesia se reúne para darte culto a ti el Único Dios Verdadero, Oh Dios ten misericordia de mi porque grande ha sido mi pecado en esta área, obra en mí para que mi vida pueda ser un instrumento del que tu Espíritu Santo se sirve para adorarte con todo el corazón. Amén
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Amen, gloria a Dios. Aleluya mi Señor, Rey y padre eterno.
Amén 🙏🙏🙏