
“Y dijo al viñador: He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala; ¿para qué inutiliza también la tierra? El entonces, respondiendo, le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si diere fruto, bien; y si no, la cortarás después” Lucas 13:7-9
El viñador no estaba consciente por primera vez de la falla de la higuera, ni tampoco el dueño de la higuera había venido por primera vez buscando higos en vano. Ya otros años había pasado lo mismo más sin embargo le había sido dada una prórroga. Del mismo modo Dios a nosotros nos da "todavía este año", y también nos ha dado otros años previamente; Su paciente misericordia no es una novedad. Su paciencia ya ha sido puesta a prueba por nuestras provocaciones. No importa cuánto tiempo hemos vivido, sino ¿Cómo hemos vivido los años que hasta ahora nos han sido dados? ¿Cómo los pasamos? ¿Se acumuló toda nuestra fuerza en cosas vanas? Si es así, bien podemos lamentar ese vigor desperdiciado, esa vida malgastada, ese pecado multiplicado. Ese que nos ha visto desperdiciar indebidamente estos años anteriores, nos proporciona "todavía este año", y debemos de entrar en el con temor, para que la fuerza y el vigor que aún nos quedan no sean desperdiciados como en los años anteriores.
Aquel que hasta este día hubiere desperdiciado su vida, quien haya dedicado suficiente tiempo a la insensatez: el tiempo pasado debería bastarle para haber cumplido la voluntad de la carne: sería un exceso de iniquidad permitir que "todavía este año" sea puesto también al servicio de lo que no conviene, de lo que no edifica. Vendrá un último año a cada uno de nosotros: por tanto, que cada se pregunte a sí mismo: ¿es este mi último año? ¿Habrá de ser “todavía este año” mi último año? ¿Estoy preparado para encontrarme con la eternidad? Bienaventurados aquellos que por la fe en Jesús son capaces de enfrentar el tribunal de Dios sin un pensamiento de terror. Estamos tan interesados en olvidar nuestra mortalidad ¡Oh hombre mortal, reflexiona! Prepárate para venir al encuentro de tu Dios; pues tienes “Todavía este Año” Busca al Salvador, una vez más, “todavía este año”—y podría ser sólo por este año—la cruz es levantada como el faro del mundo, la única luz a la que ningún ojo mira en vano. Oigamos Su voz en este instante. Él ha puesto un límite; estemos deseosos de beneficiarnos del tiempo de gracia. Creamos en Jesús en este día, viendo que pudiera ser nuestro último día. Escucha esta súplica por causa de tu propia alma y vive.
Oración: Señor te doy gracias por este llamado de atención que haces a mi vida, gracias porque hasta este momento extiendes tu misericordia y me das oportunidad de arrepentimiento. Señor yo no sé cuánto tiempo de gracia extiendes a mi vida, y en cuanto tiempo regresaras a buscar nuevamente fruto de mí, Señor que mi vida no siga siendo desperdiciada al servicio de lo que no conviene y te ofende, haz cuanto sea necesario para hacerme una nueva creación, Señor ten misericordia y multiplica en mí el querer como el hacer por tu buena voluntad. Amén
Añadir comentario
Comentarios