No tomarás el Nombre del Señor en vano

Publicado el 29 de marzo de 2023, 3:00

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre… No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano” Éxodo 20:2 y 7

 

Muchas personas creen que tomar el Nombre del Señor en vano se refiere solamente a usarlo en reemplazo de una palabra grosera, pero este es un asunto que abarca mucho más. Para comprender la gravedad de tomar el Nombre del Señor en vano, primero tenemos que ver su Nombre desde Su perspectiva, como se describe en las Escrituras y no bajo nuestro concepto humano. El Salmo 111:9 nos dice que su Nombre es “santo y temible", y la oración de Jesús comienza dirigiéndose a Dios con la frase "santificado sea tu Nombre" (Mateo 6:9), dando a entender que en nuestra oración la reverencia hacia Dios y a Su nombre, debe ser lo más importante. Pero con frecuencia llegamos a Dios en oración con una "lista de responsabilidades" de lo que se supone que Él debe hacer por nosotros, sin ser conscientes de Su santidad, Su grandeza, y el enorme abismo que separa nuestra naturaleza de la suya. El que se nos permita incluso venir delante de Su trono, es por causa únicamente de Su gracia y de Su amor misericordioso para con Su pueblo (Hebreos 4:16). Nunca debemos restar valor a esa gracia creyendo que es por causa de nuestras “buenas obras”.

Hay quienes  piden en Su nombre, y que toman Su nombre como parte de su identidad, pero que deliberada y continuamente hacen lo que Dios aborrece, están tomando Su nombre en vano. A Jesucristo se le ha dado el Nombre sobre todo nombre, ante quien toda rodilla se doblará (Filipenses 2:9-10), y cuando asumimos el nombre “cristiano”, lo debemos hacer teniendo claro lo que esto significa. Si profesamos ser cristianos, pero actuamos, pensamos y hablamos en una manera mundana o profana, estamos tomando Su nombre en vano. Cuando representamos inadecuadamente a Cristo, ya sea intencionalmente o por ignorancia de las Escrituras, estamos tomando el Nombre del Señor en vano. Cuando decimos que lo amamos, pero no hacemos lo que Él nos manda (Lucas 6:46), estamos tomando Su nombre en vano y estamos en peligro de escucharle decir, “Nunca os conocí; apartaos de mi hacedores de maldad” (Mateo 7:21-23).

El nombre del Señor es santo, como Él es santo. El nombre del Señor es una representación de Su gloria, Su majestad, y Su deidad suprema. Debemos estimar y honrar Su nombre mientras lo reverenciamos y glorificamos. Hacer algo menos que eso, es tomar su nombre en vano, y quien haga tal cosa el Señor no lo dará por “inocente” (Éxodo 20:7).

 

Oración: Precioso Señor y Dios Creador del cielo y de la tierra sólo tu escudriñas los corazones y disciernes las intenciones de los hombres, no hay manera  que podamos ser librados de nuestra culpa, somos culpables de transgresión delante de ti, Señor deliberadamente hemos pecado contra ti, nuestra ignorancia de la verdad nos destruye poco a poco y rogamos tu misericordia, concédeme poder ver mí condición con tus ojos y guíame al verdadero arrepentimiento que obra para salvación. Amen

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