No robarás

“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No hurtarás”. Éxodo 20:2 y 15

“No robarás”, este mandamiento al pueblo del primer pacto de Dios, es válido para el pueblo del nuevo pacto de Dios, incluso más seriamente que los del primer pacto. Dios detesta y prohíbe el robo entre Su pueblo en todas las épocas. Debemos hacernos la pregunta, ¿por qué robar nos mata y nos condena? Porque robar entra en conflicto con el carácter de Dios, cuya imagen representamos. Nuestro Dios es infinitamente rico, y no porque haya robado a otro para enriquecerse. Le importa censurar el robo porque le importa Su gloria. Cuando la pereza y el egoísmo nos llevan a robar, perdemos la oportunidad de compartir el carácter justo de Dios y reflejarlo en el mundo. El trabajo y amor hacia el prójimo puede acabar con la tentación de robar. El trabajo duro puede matar el deseo de piratear o plagiar lo que pertenece a otros. El trabajo duro y honesto obstaculiza las ganancias deshonestas, la usura, o el no querer pagar por lo que utilizamos (servicios y transporte público, internet etc.) Matamos la tentación de robar el cónyuge de otro haciendo el arduo trabajo de mantener el amor en nuestro matrimonio (o, para los solteros, haciendo el arduo y gratificante trabajo de mantener la pureza para la gloria de Dios)… Luchamos contra la deshonestidad con esfuerzo fiel.

Robar revela una falta de amor a Dios y al prójimo, y también revela una falta de confianza en Dios, “que da a todos con generosidad y sin reproche”. El robo ignora deliberadamente la generosidad de Dios y la de los demás. Quien roba supone que Dios no es un proveedor; se defiende por sí mismo por falta de confianza en Su poder soberano. La confianza en la generosidad de Dios debería alejarnos de la idea de robar. Eliminemos toda intención de robo de rodillas, pidiendo, buscando, llamando, con la seguridad de que Dios suplirá nuestras necesidades como mejor le parezca. Dios nos ha provisto tan ricamente en la cruz de Cristo. Él no negará ningún bien necesario a quien procure ser honesto y no admite obtener en su vida con procederes es ilícitos.

“No robarás” significa “imitarás a Dios”. Dios es generoso. Dios es trabajador. Dios es amor. Entonces, que el ladrón no robe más. Que el pirata ya no piratee. Que el que se beneficiaba de un servicio público o privado sin pagar, pague por lo que consume. Que el adúltero no robe más a la esposa de otro. Que el adicto al porno no disfrute del cuerpo que no ha trabajado para amar en el matrimonio. Trabajen duro, amen a todos, confíen enteramente, obedezcan de todo corazón y reflejen la santidad del Dios generoso que adoran.

Oración: Señor me he sentido libre de este pecado porque nunca he asaltado a mano armada a nadie, pero cuánta deshonestidad ha habido en mí proceder, con cuántos medios fraudulentos he obtenido beneficios por los que no he pagado, perdona Señor porque he desconfiado de tu promesa de sustentarse, perdóname porque no he estado satisfecho con lo que me das y he deseado lo que no es mío y lo he tomado sin pagar por ello. Oh Señor límpiame de toda maldad y ayúdame a esforzarme para obtener legalmente todo lo que beneficie mí vida y hogar, a estar satisfecho con lo que tengo y confiado en que tú me darás siempre lo que necesite. Amen