Una vez más sediento

¿Qué quiso decir el Señor Jesús con que los que beban del agua que Él da nunca más volverán a tener sed? Es una realidad que diariamente hay una sed perseverante en cada creyente verdadero ¿Qué quería decir?  Acaso, ¿No hemos bebido? O será que ¿Es vana la promesa?

Absolutamente NO, la segunda mitad del versículo nos dice: “Pero el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que salte para vida eterna”. Cuando bebes del agua que sólo Cristo ofrece esto no destruye la sed. Si así sucediera sería terrible para nosotros, porque ¿qué necesidad tendríamos de su agua después de eso? Cuando bebemos de Su agua, en lugar de acabar con nuestra sed, más bien es hecho en nosotros un manantial. Un manantial satisface la sed no eliminando la necesidad que tienes de agua, sino estando allí para beber cuando tengas sed. Una y otra y otra vez. Como esta mañana. Bebe, hermano, bebe.

Esta maravillosa verdad también es posible verla en el Salmo 23  “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. Pero clamamos: “¡Oh Señor, hoy tengo necesidades!  ¿Qué quieres decir? No nos faltará… sigue leyendo. “En verdes pastos me hace descansar, junto a aguas de reposo me conduce, restaura mi alma” Eso significa que las necesidades aumentan, y luego Jesús satisface. Se levantan de nuevo y Él vuelve a satisfacer. La vida es un ritmo de necesidad y alimento, incluso un ritmo de peligro y liberación. “Aunque pase por el valle de la sombra de la muerte…” Otra vez se abrirá camino hacia los verdes pastos y las aguas tranquilas fluirán (otra vez). El manantial está brotando incluso ahora y  será para siempre… sediento y satisfecho (otra vez) ¡Aleluya!