Si mis palabras permanecen en ti

Publicado el 16 de mayo de 2023, 5:53

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” Juan 15:7

¿Cuál es la necesidad más urgente en la iglesia? ¿Es la necesidad de pureza en materia sexual, en una cultura obsesionada con el sexo en casi todos los sentidos? ¿Es el contentamiento en el ámbito financiero donde el amor al dinero y las posesiones materiales se ha hecho tan escandalosa, tan omnipresente en el mundo que muchos están dispuestos a hacer casi cualquier cosa, incluso sacrificar a sus hijos? ¿Es la necesidad más urgente la evangelización y crecimiento de la iglesia, cuando estudios demuestran que el aumento de la asistencia a la iglesia no va acompañado de un aumento en la santidad? En cierto sentido, estas necesidades urgentes son simplemente síntomas de una carencia mucho más grave. Lo único que necesitamos con más urgencia en la cristiandad es un conocimiento más profundo de DiosNecesitamos conocer mejor a Dios de manera más profunda, personal y bíblica. Y aunque el estudio bíblico es crucial para lograrlo, sin la comunión personal con Dios en la oración no lo conoceremos realmente, sino que solo sabremos acerca de Él.

Si queremos llegar a ser lo que Dios quiere que seamos en nuestra oración, debemos dejar que las palabras de Jesús permanezcan en nosotros. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis, y os será hecho”. Las palabras de Jesús deben permanecer en nosotros para que nuestras oraciones sean efectivas. Entonces, ¿qué significa esto, y cómo debemos hacerlo?  Significa que recibimos a Jesús y le damos espacio para vivir, no como un visitante silencioso sin opiniones ni mandamientos, sino como un huésped autoritario cuyas opiniones nos importan más que las de cualquier otra persona y cuyos mandatos son la ley de nuestra vida. Tenerlo a Él es tener todos sus puntos de vista en nosotros. Si Él permanece, sus puntos de vista permanecen. Si Él permanece, sus prioridades permanecen. Si Él permanece, sus principios permanecen. Si Él permanece, sus promesas permanecen. Si Él permanece, sus mandamientos permanecen. En resumen, si Cristo permanece en nosotros, sus palabras permanecen en nosotros.

Cuando las palabras de Jesús permanecen en nosotros, las escuchamos y respondemos a ellas como palabras vivas de la boca de un Dios vivo a quien debemos responder con fe o con incredulidad, con obediencia o con desobediencia, no existen más opciones. Cuando Jesús dice: “Si mis palabras permanecen en vosotros”, quiere decir: “Si permanezco en vosotros hablando toda mi voluntad”. Él quiere decir: “Si mis palabras son recibidas y recordadas y creídas y meditadas como las palabras vivas de un Señor vivo y presente en tu vida” … entonces, mañana conoceremos ese entonces.

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