
Necesitamos más que nada en el mundo conocer a Dios, conocerlo no de acuerdo con nuestros propios prejuicios, expectativas y limitaciones de cómo puede ser. Necesitamos conocerlo tal como es, es decir, tal como se revela en Su Palabra. Isaías hace posible que podamos hacerlo, él nos va a mostrar el deseo del Padre y la satisfacción del Hijo, tienen un solo corazón en este asunto: lo que uno desea satisface al otro. Y lo que satisface a uno es el deseo del otro. Dice Isaías 53:11 "Por Su conocimiento el justo, mi siervo, justificará a muchos". ¿Qué significa "por Su conocimiento"? Significa que el Siervo no fue tomado desprevenido por la voluntad del Señor de aplastarlo, Él lo sabía y estuvo de acuerdo con eso. Él no fue utilizado sin saberlo como un peón, Él conocía la voluntad del Padre. Y por ese conocimiento se unió al Padre en la obra redentora voluntariamente y por lo tanto efectivamente. Fue la voluntad del Señor aplastarlo, NO por sus propios pecados, sino por nuestros pecados. Lo que Dios deseaba era que no cargáramos con nuestros propios pecados. Setecientos años antes de aquella pascua, Dios anunció por qué su Hijo iba a morir: para llevar los pecados de muchos, para tomar nuestro lugar. Los pecados no se llevan dos veces. Dios no sentencia a muerte a su Siervo y a nosotros por los mismos pecados. Si Él los lleva, nosotros no. Y ese es el evangelio glorioso de Jesús, Él cargó con nuestros pecados.
La última línea del versículo 12: "[Él mismo llevó el pecado de muchos] e intercedió por los transgresores", Él cargó con nuestros pecados e intercedió por nosotros los transgresores. En palabras de Pablo Romanos 8:34 "¿Quién ha de condenar? Cristo Jesús es el que murió, sí, el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros". Hay un gran misterio aquí: ¿por qué el Padre debe ordenar que salve y bendiga a su pueblo por la intercesión del Hijo? Una conclusión apresurada y errada sería pensar que, si Cristo debe interceder por nosotros ante Dios, entonces Dios está contra nosotros y Cristo está por nosotros… pero eso no es verdad, porque Dios Padre es quien ha planeado toda esta gran salvación que el Siervo está realizando. "Jehová se complació en quebrantarlo” No es el buen placer de Cristo contra la mala voluntad de Dios. Cristo simplemente está obrando lo que Dios el Padre ha planeado.
Dice el versículo 11: "Mi Siervo justificará a muchos". Si Él cargó con nuestro pecado en la muerte, entonces nuestro pecado ha sido castigado. Y si nuestro pecado ha sido castigado, no lo portamos más. Y si no lo portamos más, estamos sin culpa ante el Padre. Y si estamos sin culpa delante de Dios, somos justificados, es decir, absueltos, declarados justos. Lo que Dios ha estado haciendo en esta obra grande y terrible del Siervo: Él está previendo Su absolución. ¡Todos hemos pecado y traído oprobio a la gloria del Señor Dios Todopoderoso e infinitamente santo! Abandonados a nosotros mismos, caeremos bajo Su terrible ira y juicio eterno. Es a través de la cruz que podemos conocer el corazón de Dios Padre: Su corazón es que su Siervo, su Hijo, sea aplastado en nuestro lugar, lleve nuestras iniquidades, resucite de entre los muertos, interceda en el cielo y justifique a los impíos. Pero como si eso no fuera suficiente, hace más por nosotros.
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