Que al final no seas contado como un ciego más

Publicado el 15 de junio de 2023, 6:28

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,  manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras” 1 Pedro 2:11-12

El tema central en este pasaje es que el alma humana está en peligro de ser destruidaSe está librando una guerra contra el alma en este mundo. Si la guerra tiene éxito, el alma se pierde. Jesús dijo: "¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? Porque ¿qué puede dar el hombre a cambio de su alma?" (Mateo 16:26). Si se pierde el alma, se pierde toda la persona. Y no hay forma de negociar para recuperarlo.  Hay un gran abismo fijo y nadie puede cruzar de un lado a otro, desde el cielo o desde el infierno (Lucas 16:26).  Por tanto, este es uno de los grandes temas del mundo que afecta a todos sin excepción y afecta a todos para siempre. Sin embargo, nuestro mundo no le presta una atención seria.  Los medios masivos de comunicación no están alarmados ni creando consciencia, no hay un estamento gubernamental que trabaje en ello para mitigar su avance, ni siquiera un folleto de asistencia social que nos aconseje cómo hacer la guerra por la vida eterna de nuestras almas… miles de millones de invierten en campañas para paliar males como la fiebre amarilla, dengue, sida, cáncer…   Pero el mundo en que vivimos no da ningún consejo sobre cómo luchar por la vida eterna del alma. Nos preocupamos por lo intrascendente y somos tan ajenos como a esto que un día parecerá tan obvio que seremos llamados ciegos por no ver cuanta relación hay entre el bienestar eterno del alma y nuestra relación con Dios. 

Hoy por hoy Dios se ha hecho insignificante para una inmensa mayoría y ha perdido su prominencia para la vida humana.  Aquellos que aseguran que creen en la existencia de Dios perfectamente pueden, no obstante, considerarlo menos interesante que la televisión, sus mandatos menos autoritarios que sus apetitos por la riqueza y el poder, sus juicios no más inspiradores que las noticias de las once de la noche y su verdad menos convincente que las mentiras de un anuncio publicitario. Es una condición a la que hemos llegado después de haberlo empujado hacia la periferia de nuestra vida secularizada. Su verdad ya no es bienvenida y el motor de la modernidad sigue rugiendo y Él no es más que polvo en el camino.  Por ello Pedro se dirige a los creyentes diciendo "Amados, yo os ruego como a extranjeros y extraños..." Recordar que somos extranjeros y exiliados en este mundo nos ayudará a restaurar el peso y la importancia de Dios en nuestras vidas, y la razón por la que somos extranjeros es que" vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios... Él os llamó de las tinieblas a Su luz admirable". Pertenecemos a Dios, no al mundo. Aprendemos a vivir de Él, no de la televisión ni de los catálogos de moda. Somos extranjeros porque somos de Dios. Cultivar la mentalidad y conducta de exiliado te despertara para que no vayas a la deriva con el mundo y des por sentado que la forma en que el mundo piensa y actúa es la mejor.  Cuando te ves a ti mismo como un extranjero y un exiliado con tu ciudadanía en el cielo, y Dios como tu único Soberano, dejas de estar a la deriva siguiendo la corriente que arrastra a todos. Reflexionas sobre lo que es bueno para el alma y lo que honra a Dios en todo: alimentos, entretenimiento, deportes… con cada aspecto de tu vida. 

Así que, si quieres luchar por tu alma para que no sea destruida, y si quieres engrandecer la gloria de Dios para que no sea menospreciada, y si quieres decir sí al peso e importancia de Dios, entonces mírate a ti mismo como un exiliado del cielo y enfoca tus deseos en Dios para que tu esperanza esté en Él y no en este mundo, y el resultado será la belleza emergente de la conducta que vence toda calumnia y finalmente trae alabanza a Dios.

Valoración: 5 estrellas
1 voto

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios