
Hemos sido exhortados a que hagamos que la misericordia de Dios se vea grande entre los que nos rodean, pero mostrar misericordia hacia una persona puede requerir oposición e incluso dolor, hacia otra. Romanos 12:9 “Que el amor sea genuino. Aborreced lo que es malo” Cuando amas profundamente, debes odiar apasionadamente. ¿Por qué? Porque hay males en el mundo que destruirían lo que amas. Si eres indiferente a lo que destruiría a la persona que amas, no amas en verdad. La dolorosa realidad es que este mal casi siempre se aloja en el corazón de otro ser humano. Esto significa que odiar el mal que los humanos pueden hacer a los humanos implica oponerse a los deseos y acciones de algunas personas. Esa oposición (como la de Jesús oponiéndose a los fariseos o expulsando a los cambistas del templo) no es tierna y puede no parecer misericordiosa. Al principio puede parecer ira y venganza mundana. La diferencia es que la misericordia llora de anhelo mientras odia el mal. Jesús encarnó esto en Marcos 3:5 donde los líderes despiadados se opusieron a una sanidad en el día de reposo: “Él los miraba a su alrededor con ira, entristecido por la dureza de su corazón”. Ira y tristeza… la misericordia se aflige por el mal al que debe oponerse.
La misericordia cristiana mira al mundo “con ira y con dolor” hasta que no seamos capaces de llorar por el mal, probablemente no estemos listos para luchar contra el mal. La misericordia duele para hacer el bien a la gente. Pero hasta que no sepamos qué es lo que es bueno para las personas, la misericordia no sabrá que hacer. Cristo es el bien supremo, el absoluto de la vida del hombre… entonces en última instancia lo que es bueno para las personas es conocer, confiar y estar satisfecho con Cristo. La misericordia se compadece de las personas que no tienen este bien. La misericordia se enoja con las fuerzas del mundo que menosprecian a Cristo y evitan que la gente vea, confíe y ame a Cristo. Pero, como Jesús, la misericordia cristiana mira al mundo “con ira, con dolor”.
El mundo en el que vivimos sin la descripción bíblica sobre la profundidad del pecado, sería incomprensible. ¿Qué debe hacer la misericordia? Defiende a los sin voz e indefensos. Ofrecer asistencia. Se opone a los que defienden y promueven lo malo… y llora mientras trabaja. Anhelemos ser personas misericordiosas en un mundo muy malo.
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