El gozo un mandato, no una opción

Publicado el 13 de octubre de 2023, 6:50

“¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Y nada deseo en la tierra fuera de ti” (Salmo 73:25)

Las congregaciones están llenas de personas para quienes Dios no es su porción, es una realidad abrumadora. Debemos buscar a Dios para disfrutarlo, y si no lo hacemos, no lo honramos. Es un problema enorme, nuestra meta debe ser Dios y la felicidad en todo lo que Él es para mí. Dios es glorificado por nuestra experiencia de Él a través del gozo, no simplemente por la forma en que pensamos en Él. El diablo ha tenido pensamientos teológicamente más precisos acerca de Dios en las últimas 24 horas de los que usted tendrá en toda su vida. ¿Crees eso? Sí. Satanás conoce a Dios cabalmente y odia lo que conoce. El problema de Satanás no es la doctrina, su problema está en el deleite, sencillamente él no puede disfrutar de la persona que es Dios. 

Los seres humanos no se dan cuenta de cuán desesperada es su condición ante Dios, hasta que comienzan a examinar sus corazones al entender que Dios demanda que ellos se gocen, se deleiten en Él. Hemos centrado nuestra conducta un nivel de hacer o no hacer: No cometas adulterio, no mientas, no robes, etc… Y no profundizamos mucho en aquel mandamiento que es la raíz de todos los demás: “no codiciaras” (Éxodo 20:17) que bien pudiéramos parafrasearlo de este modo “No desearás las cosas en formas que no deberías”. Codiciar, nuestro problema está en aquello que deseamos y no deberíamos desear, y aquello que deberíamos desear y no deseamos… ¿en qué te deleitas? ¿Qué anhelas ver en la televisión cuando llegas a casa? ¿Cuál es tu actividad predeterminada cuando no hay presión sobre ti? ¿A qué se siente atraído reflexivamente tu corazón? Esas son las cosas que nos condenan. Nos sentimos a gusto por causa del pecado que no materializamos, pero no damos importancia alguna a lo que está codiciando nuestro corazón, eso es condenatorio. Saber que mi corazón tiene que cambiar, que toda mi estructura de motivación tiene que cambiar, que toda mi prioridad de atesorar las cosas en el mundo tiene que cambiar, estoy condenado. No hay nada que pueda hacer. 

Esta es la razón por la que no deberíamos decir simplemente “Busca a Dios”, porque ¿sabes lo que la gente hará con la expresión “Busca a Dios”? Simplemente completarán todos los verbos con los que se sientan cómodos: leí sobre Él, hablo de Él, hice esto o aquello por Él… entonces, no conectemos “buscar a Dios” con “buscar el gozo en Dios”. Todos buscamos a Dios de cierta manera, pero no todos buscamos a Dios para disfrutarlo, y esta es la raíz de nuestros problemas. Buscar el gozo en Dios es una lucha que debemos librar si es que queremos honrar Dios y gozar de Él, pero ¿Por qué deberíamos luchar por el gozo si se supone que es un regalo? Gálatas 5:22 nos dice que el gozo hace parte del fruto del Espíritu Santo en la vida del creyente, entonces ¿debemos luchar, aunque el gozo sea espontáneo y un don divino?

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