Ciudadanos de un mejor reino

“a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí” Hechos 1:3-4

El versículo 3 narra el contenido de la enseñanza de Jesús durante los días que estuvo con los apóstoles después de la resurrección y antes de su ascensión. Durante 40 días les habló del Reino de Dios, del mismo Reino que habló cuando les enseñó a orar. Este Reino y Su trono está en el corazón de cada creyente. El reino de los cielos es una realidad entre nosotros. En los cielos se cumple a cabalidad, pero no es así en la tierra. Aquí en la tierra se abre paso poco a poco, porque Dios no reina en el corazón de cada individuo, porque no todos han entregado su corazón al Señor.

Por lo tanto, en la tierra tenemos dos reinos: El de Dios que es el reino de los cielos o el reino de la luz, y el de Satanás que es el de las tinieblas. Y ambos tienen metas y objetivos diferentes, así como ciudadanos e hijos que hacen sus obras. Hasta que no venga Cristo por segunda vez, ambos reinos coexistirán juntos en la tierra, pero esto no será por siempre. Cuando Cristo venga será para quedarse por el resto de la eternidad y Satanás será echado por el resto de la eternidad. Teniendo en cuenta esto podemos decir que los cristianos ocupamos territorio enemigo, somos soldados de Cristo que hemos invadido el terreno de Satanás y donde somos luz vamos sacando las tinieblas. Y a medida que pasa el tiempo debemos dejar atrás las evidencias del viejo reino, y mostrar las evidencias del nuevo reino y que Cristo, que gobierna nuestro corazón, sea mostrado a todos a través de las nuevas maneras de hacer justicia, evaluar las situaciones y un comportamiento diferente… basado en esto es necesario preguntar ¿Estás viviendo tú el señorío de Cristo en cada área de tu vida?, ¿Qué estás haciendo para que otros vean lo que el Señor ha hecho en tu vida?, ¿Compartes con amigos y relacionados la vida, obra, muerte y resurrección de Cristo? 

Misericordioso Dios, gracias por Tu reino, por Tu señorío. Fortalece nuestra fe y ayúdanos a ver si realmente en nuestro corazón Tú reinas.  Si no ha es así, perdona nuestros pecados, limpia nuestro corazón, y ayúdanos a tener una nueva vida de hoy en adelante, mostrando Tú Señorío, que somos una nueva creación porque hemos nacido de nuevo… oh Señor que mi modo de vivir y no sólo mis palabras testifiquen de la obra que sido hecha en mí. Amén