El poder que hace posible lo imposible

Publicado el 8 de diciembre de 2023, 6:19

Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos, y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que Tú me has enviado». Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario… Por esto muchos de los judíos que habían venido a ver a María, y vieron lo que Jesús había hecho, creyeron en Él. Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho” Juan 11:41-45

¿Por qué la gente rechaza el Evangelio de Jesús? ¿Por qué los que buscan sin cesar la satisfacción en esta vida, rechazan la plenitud de vida en Jesús? Esto es desconcertante para quien ha creído en el Evangelio, rechazar a Jesús no tiene sentido. El Evangelio no es sólo una buena noticia, es la mejor noticia: el Dios omnipotente y todo suficiente, envió a Su Hijo en gracia y amor; y este Hijo, vivió voluntariamente y con amor la vida sin pecado que nunca podríamos vivir (Hebreos 4:15), pagó la pena por el pecado que nunca podríamos pagar (Isaías 53:10), derrotó al enemigo que nunca podríamos vencer (1 Corintios 15:55, 57), para ofrecernos la eternidad con Dios que nunca podríamos ganar (Romanos 6:23). ¿Por qué rechazaría alguien ese mensaje? Es glorioso, lleno de gracia, misericordia y esperanza. Se basa en el amor sobrenatural, promete lo que ningún otro evangelio puede prometer.

Ahora, consideremos el pasaje de hoy… ¿Cuál debería ser la respuesta de esa multitud ante el milagro de un hombre muerto que camina? «Muchos de los judíos que se acercaron a María, y vieron lo que había hecho, creyeron en Él» (Juan 11:45). Algunos, que antes se oponían a Jesús, ahora lo aceptan, le creen y lo aman. Muchos, pero no todos ¿por qué no todos creyeron en Él? hubo un segundo grupo que permaneció inconmovible ante lo que acababa de ver, sin impresionarse en lo más mínimo. Un grupo que inmediatamente «fue a los fariseos y les contó las cosas que Jesús había hecho» (Juan 11:46). El mismo milagro. Los mismos testigos. El mismo Jesús. El mismo Lázaro. La misma tumba. Y, sin embargo, dos respuestas totalmente diferentes. La incredulidad de la multitud es incluso sorprende más que el propio milagro… la lección es: “Cuando la gente no quiere creer, siempre encontrará la manera de descartar incluso la evidencia más fuerte

¿Por qué la gente rechaza el Evangelio? Porque sus corazones son duros a su mensaje, espiritualmente ciegos a su Salvador, y no están dispuestos a dejarse conmover por su atractivo. Entonces, ¿para que esforzarnos en evangelizar? Si resucitar a alguien de entre los muertos no cambió el corazón de un pecador, ¿qué esperanza tenemos en nuestro testimonio? nuestra esperanza se encuentra en el Dios salvador, que promete utilizar la proclamación de Su Evangelio, para transformar un corazón incrédulo en Su tiempo y según Su propia elección. Tenemos el Evangelio de Cristo y el Espíritu de Cristo, que juntos hacen lo que ni siquiera el milagro más asombroso podría hacer: exponer la necesidad espiritual de los pecadores (Juan 6:35), abrir los oídos sordos para que escuchen el llamado del Salvador (Juan 6:44), y reemplazar un corazón muerto por el pecado con un corazón vivo lleno de arrepentimiento y fe (Juan 6:63). Amada iglesia, el evangelio no es débil ni escaso. Es «poder de Dios para salvación» (Romanos 1:16), el UNICO medio que el Espíritu utiliza para salvar el alma de un pecador. Por ello, no nos cansemos de hacer el bien…. Porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

Valoración: 5 estrellas
3 votos

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios