
La mayor necesidad de cada individuo es saber quién es Dios. No importa quién sea la persona – dentro o fuera de la iglesia, si es un verdadero creyente o un ateo – su necesidad más fundamental es conocer a Dios si quiere conocerse a sí mismo y entender el mundo que le rodea. Debe saber quién es Dios y cómo es, porque todo en la vida de una persona se ve afectado por su conocimiento de Dios. El aspecto más importante de lo que somos es lo que nos viene a la mente cuando pensamos en Dios. La trayectoria de nuestras vidas está dirigida por nuestra comprensión de Dios. Además, nuestro destino eterno depende de nuestra relación con Él y de quién creemos que es. Si queremos vivir como Él quiere que vivamos, debemos saber quién es Él y cómo es.
Según sea nuestro conocimiento de Dios, así ira nuestra vida. Una visión elevada de Dios nos llevará a una adoración elevada de Él. Una progresiva comprensión de Su carácter nos llevará a una vida santa y justa en la búsqueda de Su voluntad. Por el contrario, una visión baja de Dios nos llevará a una menor alabanza a Él. Inevitablemente, una baja visión de Él nos llevará a una vida baja y vacía. No hay nada más importante en nuestras vidas que conocer a Dios y vivir para la gloria de Su gran y asombroso nombre. El apóstol Pablo escribió, "ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31). Vivir para la gloria de Dios debe impregnar cada parte de nuestras vidas, cada detalle de nuestra cotidianidad. O vivimos para la gloria de Dios, o no vivimos en absoluto, sólo existimos. Si vamos a vivir realmente como Él quiere, nuestros corazones deben ser, en primer lugar, dirigidos hacia la búsqueda de la gloria de Dios. No vivir para la gloria de Dios es sobrellevar una existencia vacía. Existimos para su gloria – Dios nos creó para este alto propósito – Este debe ser nuestro principal fin, de lo contrario, hemos desperdiciado nuestras vidas.
Cuando lleguemos al final de nuestras vidas, todo lo que importará es una respuesta afirmativa a esta pregunta crucial: ¿Vivimos para la gloria de Dios? Si no vivimos para Dios, hemos desperdiciado nuestras vidas en la tierra. Pero si buscamos la gloria de Dios, nuestras vidas habrán sido bien gastadas y vividas al máximo. Sólo en la búsqueda de la gloria de Dios nuestras vidas contarán para el tiempo y la eternidad. Si queremos vivir la vida al máximo, debemos conocer al Dios que nos ha hecho a Su imagen y semejanza. Si vamos a enfrentarnos a las muchas dificultades que tenemos por delante, debemos conocer a Aquel que tiene un propósito y un plan eterno para nuestras vidas. De lo contrario, nos veremos reducidos a una vida mundana que fracasa en no cumplir con lo que Él ha diseñado para nosotros.
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