Buscadores de milagros

Publicado el 18 de diciembre de 2023, 7:24

En todo el mundo la gente está buscando milagros. Ya sean escépticos que se burlan de los creyentes pidiendo pruebas para Dios, personas que rezan a María con la esperanza de que sangre salga de sus ojos, o discapacitados que se presentan en una campaña evangelista de alguien que tiene el “don de sanidad o de milagros” con la esperanza de ser sanados sólo para regresar a sus casas, todavía enfermos, y peor que esto: sintiéndose culpables porque se les ha dicho nada pasó porque no tenían suficiente fe para sanarse… La gente de todo el mundo está hambrienta de milagros, pero están buscando en todos los lugares equivocados.

Tristemente, este ha sido el comportamiento del mundo desde el ministerio de Jesús. Muchas personas sólo le siguieron para que sus enfermedades pudieran ser sanadas, sus vientres llenos, o sus enemigos conquistados… y, aunque estos milagros sean fascinantes y maravillosos, son de poca duración…. Incluso el increíble milagro de resucitar a Lázaro de entre los muertos fue finito (Juan 11:38-44). Duró sólo unos años, porque Lázaro ¡Murió otra vez!. Sin embargo, hay un milagro que dura para siempre, y aunque no sea tan visible como hablar en un idioma extraño, o que una extremidad “vuelva a crecer”, es mucho más duradero, es eternamente duradero, ese es: el milagro de la salvación. Ver a un alma destinada al infierno ser transformada por la palabra de Dios, es grandioso, y más aún cuando te das cuenta de que, esa alma disfrutará del beneficio de ese milagro por la eternidad.

No es una minimización de Dios decir que los seres humanos ya no pueden hacer milagros, de todas maneras, pocos hombres han tenido esa habilidad… sería más una minimización del hombre y más bien, es una exaltación de la obra del Espíritu Santo. ¿Y qué si Él no permite a los hombres hacer pequeños milagros? Él puede seguir trabajando sin tener que convertir palos secos en serpientes (Éxodo 7:10) o quemar toros mojados (1 Reyes 18:38). El Espíritu Santo no se limita a lo que los hombres pueden hacer. De hecho, en esta época en que evidentemente los milagros como los muestra la biblia han cesado, el Espíritu no está limitado de ninguna manera, Él está trabajando en infinitas maneras. La principal de ellas es el nuevo nacimiento. Pero cuando este milagro sucede los milagros no se detienen, es posible verlos a lo largo del proceso de santificación… somos impresionados por los milagros que sucedieron en el tiempo de la primera iglesia, pero pocos se aperciben del milagro más impresionante que vivió la iglesia en ese tiempo: la capacidad de pasar por el fuego de la prueba y estar gozosos por el enorme privilegio de sufrir por causa del Nombre… Hay muchos cristianos a nuestro alrededor, que demuestran la extraordinaria obra del Espíritu en sus vidas, no a través de acciones externas sobrenaturales, sino más bien a través de respuestas internas sobrenaturales a las pruebas y el sufrimiento. Necesitamos abrir los ojos, dejar de buscar cosas que Dios no ha prometido, y mirar a aquellos creyentes más maduros que son milagros andantes de fe en Dios. No hay necesidad de buscar milagros emocionales que duran poco tiempo y luego se acaban, más bien busquemos los milagros eternamente duraderos en los que Dios se lleva todo el crédito y que durarán para siempre.

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