Hemos hablado de cuan indispensable es que en nosotros ocurra el milagro del nuevo nacimiento… el mundo busca milagros que ofrezcan soluciones rápidas a situaciones difíciles, pero sin importar cuan extraordinario sea el milagro ningún milagro tiene la capacidad de darnos el privilegio de entrar al Reino de los Cielos, sólo el nuevo nacimiento puede hacerlo, pero ¿qué ocurre en una persona que ha nacido de nuevo? ¿cuáles son las señales que autentican tal hecho? El nuevo nacimiento es más que repetir una oración, tampoco es simplemente una modificación del comportamiento, disciplinas, propósitos o planes…. Nacer de nuevo es mucho más profundo que esto. La esencia de nuestro ser cambia fundamentalmente en el nivel más profundo, nacer desde arriba nos altera radicalmente hasta el mismo núcleo de nuestro ser. En lugar de perseguir el encanto del mundo, nuestro corazón se inclina naturalmente hacia la adoración del glorioso Dios. Cuando experimentamos el nuevo nacimiento, ya no perseguimos las imitaciones baratas que este mundo ofrece. Ellas prometen mucho pero no dan ninguna satisfacción duradera. La vida que Dios quiere que vivamos comienza cuando nacemos de lo alto, “del agua y del Espíritu” (Juan 3:5). A través del nuevo nacimiento, nuestro vano esfuerzo por la felicidad termina. Cuando experimentamos esta nueva vida, encontramos lo que nos faltaba y descubrimos lo que habíamos estado buscando.
¿Dónde te encuentras tú? Oro para que ya hayas nacido de nuevo. Si esto es cierto, entonces deberías alegrarte y dar gracias a Dios, que te ha dado esta nueva vida en Cristo. A medida que conozcas las Escrituras, descubrirás razones aún más grandes para dar gloria a Dios por tu nuevo nacimiento y te darás cuenta aún más de la maravilla de lo que Dios ha hecho por ti en el nuevo nacimiento. Sin embargo, esta obra de Dios puede no haber ocurrido en tu vida todavía, puede que te des cuenta de que nunca has experimentado esta nueva vida en Jesucristo. Si es así, estás exactamente dónde estaba Nicodemo: te has equivocado en tu búsqueda de una relación con Dios. Mi oración por ti es que esta nueva vida de Dios se convierta en la realidad dentro de tu alma, que tu búsqueda resbaladiza encuentre su máxima realización en Dios mismo. Si Dios te da este nuevo corazón, puedo asegurarte que encontrarás todo lo que tu alma busca
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