Una esperanza verdadera para una oscuridad real

Publicado el 24 de diciembre de 2023, 4:38

Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor" (Lucas 2:11) “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; a los que habitan en tierra de sombras de muerte, les ha brillado una luz” (Isaías 9:2)

Hoy es un día que para creyentes y no creyentes no pasa desapercibido, es un día que trae descanso de la vida normal, las realidades más oscuras y pesadas de la vida normal pueden dejarse por lo menos un día, muchos asocian esta fecha con la familia, la comida y los regalos ¿Y si este día necesita algo más?

Jesús vino a mostrarnos a Dios, no podemos adivinar con exactitud cómo es Dios, así que Dios vino a nosotros envuelto en humanidad. Cuando consideramos a Jesús, obtenemos una visión única del carácter mismo de Dios. Si Dios es un aguafiestas lejano, o una figura bien intencionada pero impotente, somos las más miserables criaturas. Pero si Dios es como Jesús, entonces hay esperanza para nosotros.  Considerar a la persona de Cristo, su vida y obra es lo único que puede traer esperanza a nuestra oscuridad porque en Jesús, Dios se identifica con nosotros. Cuando Jesús se unió a la humanidad en Belén, se identificó deliberadamente con nosotros. Eligió padres pobres e insignificantes, entornos humildes y los tiempos más oscuros. Llegó a experimentar la vida con todos sus desafíos, incertidumbres y decepciones. Sabe lo que es vivir en un mundo asolado por la enfermedad, la agitación política, la tensión racial y las dificultades económicas… por ello Él es capaz de entender y empatizar con nosotros.

La encarnación de Cristo fue para darnos una esperanza verdadera, no fue solo una excursión de 30 años… Jesús es completamente Dios y completamente hombre, completamente uno… ¡y eso es para siempre! Jesús no se hizo humano temporalmente. Eso aumenta enormemente la oferta de esperanza traída por Él ¿Por qué? Porque en Cristo tenemos a alguien que quiere y puede llevarnos a la relación que necesitamos para experimentar plenamente la vida y el amor como Dios quiere. Él no vino a entregar un boleto al cielo y para luego marcharse, Él vino a entregarse a Sí mismo en matrimonio… El gran plan de Dios es la unión matrimonial definitiva y perfecta de una humanidad rescatada con el único que podría rescatarnos: nuestro creador. En la primera navidad Dios y la humanidad se unieron en la persona de Jesús para que a través de esta unión fuese posible que una humanidad rescatada pudiera ser uno con Jesús, sólo en unión con Jesús descubrimos el perdón, la vida, el amor, la alegría, la paz y una esperanza real, poderosa y que cambia la vida.

La humanidad celebra la navidad y lastimosamente muchos deshonraran a Dios en honor de esta celebración, pero lo que sucedió en el evento que llamamos navidad no fue toda la misión de Jesús, ese evento fue sólo el lanzamiento de Su misión… el punto álgido de Su misión aconteció años después en Pascua. Jesús vino a este mundo oscuro y fue al lugar más oscuro: Su muerte en la cruz. Eligió entrar en la oscuridad del pecado humano y la separación de Dios, con el fin de romper la oscuridad. En su lugar, Jesús ofrece la luz gloriosa del amor de Dios a cualquiera que acepte que Su vida y Su muerte (no sólo Su nacimiento) estaban destinadas a él o ella. Jesús vino a este mundo en una misión de esperanza, una misión para rescatarte de la oscuridad. No te limites a apretar los dientes y seguir adelante… descubre la verdadera esperanza que sólo se puede encontrar en una relación con Jesús.

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