Cuando nada puede ser suficiente

Publicado el 6 de enero de 2024, 7:04

Steve Jobs alguna vez dijo lo siguiente en un discurso a los graduados de una universidad: “Tienes que encontrar lo que amas… El trabajo llenará gran parte de tu vida y la única manera de sentirte realmente satisfecho será haciendo lo que crees que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que haces. Si aún no lo has encontrado, sigue buscando. No te rindas” ¿Es eso cierto? Es difícil no sentirse inspirado con un discurso como ese ¿Quién no desea pasar su vida llevando a cabo las actividades que más disfruta?

Ciertamente, disfrutar de nuestras labores cotidianas es una bendición. Sin embargo, algo que Steve Jobs no sabe es que el corazón humano anhela mucho más de lo que el trabajo puede ofrecer. Que te guste lo que haces es una cosa, pero esperar que tus labores den sentido a tu vida y traigan satisfacción a tu corazón es algo muy distinto. Los seres humanos fuimos creados para colocar la mirada en un lugar muchísimo más alto que las labores que realizamos en nuestra cotidianidad…. Fuimos hechos para ser satisfechos solamente en el Señor (Salmo 63:1-8).  El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios, y gozar de Él para siempre. Tu corazón no será saciado por algo inferior al Dios para el que fuiste creado para glorificar y en el que fuiste creado para gozarte. Tal vez estés avanzando en esta frenética carrera de encontrar satisfacción en lo que estás haciendo y no te has dado cuenta que estás buscando algo que ya tienes… tus labores diarias no pueden ni podrán satisfacer tu alma, es bueno que tu alma anhele algo más excelente que sólo Dios puede proveer para ti, tan solo toma la decisión de volverte a Dios para contemplar Su misericordia y gracia en Jesucristo, para que tu alma se llene de gozo y pueda desbordarse en gratitud expresada en alabanza y buenas obras. Sólo Cristo es capaz de satisfacer el alma hambrienta

Tener presente esta verdad hace que el trabajo deje de ser un fin en sí mismo y se convierta en un medio más para expresar el gozo de nuestra salvación. Podemos obedecer las palabras de Pablo que dicen: “ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Los detalles de lo que hacemos ya no son, porque lo importante es gozarnos en Dios y glorificarle, sea lo que sea que estemos haciendo. Aunque resulte irónico, solo cuando dejes de buscar satisfacción en lo que haces podrás disfrutar verdaderamente lo que haces y podrás ser fiel y honrar a Dios… Lo que Dios ofrece es lo que anhela tu alma, Cristo se entregó en la cruz para que tú puedas disfrutarlo así que, eres libre para “rendirte y decepcionar al mundo” según Steve Jobs porque en Cristo Jesús eres libre para encontrar gozo eterno en el Único capaz de satisfacer el alma hambrienta.

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