
David fue ungido como rey teniendo aproximadamente unos 16 años y comenzó a ejercer como rey a la edad de 30 años ¿Qué pasó en esos casi 15 años? ¿Qué hizo David? Quince años de espera, quince años de dura persecución de parte de Saúl ¿Qué hizo David? Pues ir donde Dios, y decirle ¡sálvame!¡ayúdame!¡fortaléceme! Y cuando Saúl (el perseguidor) necesitaba que David tocara para tener alivio, él iba y tocaba. Porque cuando Dios dice SI, pero TODAVÍA NO yo debo simplemente esperar. Otro ejemplo que podemos mencionar es Abraham, Dios le dice yo te voy a dar una descendencia y pasa el tiempo y nada sucede, en esa espera Sara tiene una idea “brillante” y a partir de allí comienzan los problemas en aquel hogar… ¿Cuántas veces al igual que Abraham hemos abrazado a un Ismael creyendo que ese es el cumplimiento de la promesa? Ellos estaban convencidos que ese era el heredero prometido, pero no, la promesa no fue dada a Abraham y a Agar sino a Abraham y a Sara… Habían pasado 10 años desde que Dios dijo que sí a la petición de un heredero (Génesis 16:3) y aún después del nacimiento de Ismael pasaron casi 15 años más ¡25 años! ¿Qué son veinticinco años para un ser que es eterno?
Entonces, si Dios ha mostrado cuál es Su voluntad y tú tienes que esperar, pues espera… en Su momento Dios hará lo que Él ya ha dicho que es Su voluntad. El tiempo para Dios es crucial, Eclesiastés 3:11 “Todo lo hizo hermoso en Su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin” es decir que lo que no es en Su tiempo pierde toda su hermosura… Dios hace todo hermoso en Su tiempo, es por ello que cuando el cumplimiento llegó “Dios envió a Su hijo” (Gálatas 4:4) la razón por la que a veces Dios dirá a nuestras peticiones SI, pero TODAVÍA NO es porque el tiempo es crucial para la obra de Dios… hay una hora, hay un tiempo para cada cosa debajo del cielo, Dios es el orquestador de todo lo que acontece y a Él le ha placido establecer un tiempo para cada cosa (Eclesiastés 3:1-9) ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana? Dios ha hecho todo hermoso en Su tiempo… y ¿por qué? Porque Dios es Dios y Él sabe lo que hace… Él puede decir SI, Él puede decir NO y Él puede decir SÍ, pero TODAVÍA NO.
¿Cómo sé si algo que aparentemente es favorable viene de Dios? ¿Cómo discernir que una “brillante idea” es la voluntad de Dios? “Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares” (Mateo 4:8-9) pregúntate ¿Qué tengo que sacrificar de mi relación con Dios si yo acepto esto? ¿Satanás le está ofreciendo a Cristo lo mismo que Él iba a obtener después de la cruz, pero sin cruz! Imagínate si no es atrevido Satanás, él hizo eso con Cristo ¿Qué no hará con nosotros? Iglesia, cuan necesario es que estemos atentos más al deseo de Dios que a nuestro deseo, cuan necesario es que no olvidemos que hay algo mucho más grande que nuestras circunstancias… nuestras circunstancias están al servicio de aquello que es más grande: la gloria de Dios. Sólo cuando ponemos la gloria de Dios por encima de cualquier otra cosa tendremos la actitud correcta para recibir la gracia y el poder de Dios para batallar y triunfar en medio de la oposición y la adversidad, es entonces cuando Él nos concederá las peticiones de nuestro corazón (Salmo 37:4) porque tu deleite será Él, Su gloria, Su complacencia y esto hará desbordar Su favor sobre tu vida, porque tales adoradores Él está buscando que le adoren.