Discerniendo la voz de Dios, la de Satanás y la de mi carne

Publicado el 11 de febrero de 2024, 4:11

Aprendimos que Dios habla, Él siempre escucha y siempre responde. Cuando estamos en oración por alguna situación somos tentados a atribuir cualquier impulso a Dios… pero no olvidemos que nuestro adversario siempre está cerca y él tratara de hacerme oír palabras que no vienen de Dios. Lo hará con tanta sutileza que muchas veces será difícil reconocerlo. Hoy consideraremos algunos principios que pueden agudizar nuestros sentidos, de tal manera que por el uso podamos tener nuestros sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal (Hebreos 5:14):

  1. Satanás es experto en presentar la verdad de una forma casi idéntica a la verdad de Dios con una ligera y casi imperceptible distorsión (Génesis 3:1) Satanás siempre está muy cerca de la verdad cuando nos habla. Por eso es tan necesario conocer la verdad y conocerla bien.
  2. Satanás siempre va a apelar a nuestros sentimientos o al bienestar físico (Génesis 3:5) “seréis como Diosen otras palabras, si comes te va a ir bien, vas a mejorar tu estilo de vida…. Cuando el bienestar social o mis sentimientos son la razón primordial para hacer algo entonces es muy probable que esa voz que me está estimulando a seguir ese camino o tomar esa decisión no provenga de Dios. Ahora esto no quiere decir que Dios no tenga ningún interés en estas áreas, sino que Su primera razón no va a ser esto. El propósito de Dios para mí es formarme a Su imagen.
  3. Satanás ofrece atajos para que nosotros evitemos el dolor, el sacrificio, la pérdida si lo que resulta atractivo de una situación es el hecho de que no voy a tener que sufrir ¿realmente este es Dios? Dios no está interesado en evitarme el dolor o el sufrimiento… Él está más interesado en formarme a Su imagen y muchas veces el usará el sufrimiento para este propósito.
  4. Satanás nos anima a encontrar seguridad por medios humanos (1 Crónicas 21:1-3) cuando la motivación que tengo para hacer o adquirir algo es estar “más seguro” yo puedo estar siendo guiado a poner mi seguridad en un ídolo y esa voz que yo creo que es la voz de Dios yo tengo que cuestionarla antes de tomar una decisión.
  5. Satanás nos incentiva a prestar atención a las cosas de los hombres cada vez que estoy pensando y calculando: fama, reputación, vergüenza, evitar el dolor, el sacrificio, cuando me centro a pensar en lo que yo me merezco por el sacrificio que he hecho… si antes de tomar una decisión estoy pensando en estos términos yo tengo que exhortarme a mí mismo – esto no viene de Dios – ¿Por qué? Porque no corresponde a un estándar bíblico sino más bien a como el mundo cree y actúa (Marcos 8:33). La voz que me dice: reclama tus derechos, defiende tu posición, demuestra tu autoridad o tu valía… no viene de Dios, porque nosotros sabemos cuál ejemplo hemos recibido y a que hemos sido llamados (Filipenses 2:5-9) todo pensamiento que te esté guiando al orgullo no puede venir de Dios.

La voz de Dios me lleva a abrazar riesgos… si yo voy a vivir por vista no necesitaría de Dios (Números 13:30-33) Dios te anima a hacer frente de Su mano a los riesgos… la carne y Satanás te dicen no vayas por ahí hay gigantes que no puedes vencer, pero la voz de Dios nos invita a abrazar el riesgo para experimentar Su fidelidad y poder. La voz de Dios nos invita a caminar por fe… la carne y Satanás a guiarnos por vista. Tenemos vidas empobrecidas espiritualmente porque la vida de fe es esa vida en la que vivimos confiando en Dios y no en las circunstancias.

Valoración: 4.75 estrellas
4 votos