
Es difícil entender cómo Dios pueda ordenar el sufrimiento para nuestro bien puede sobretodo al considerar algunas de las peores cosas que hacen los seres humanos, como abusar sexualmente de niños pequeños, violar o torturar a alguien sin piedad. Es posible que, algo mucho menos horrible que este tipo de cosas nos pueda suceder y aún dejarnos preguntándonos ¿cómo podría Dios estar ordenándolo para mi bien? Matrimonios se han deshecho despues de muchos años y hay un conyugue abandonado para el cual el dolor es insoportable, en fin, tantas y tantas tragedias. Pero, por supuesto, nada de esto es nuevo. En las Escrituras hay mucho dolor y tragedia, muchos de ellos causados por los seres humanos. Y, al leer las Escrituras, podemos escuchar los gemidos de un pueblo que clama a Dios: “Estoy cansado de mis gemidos; cada noche inundo mi cama de lágrimas; empaparé mi lecho con mi llanto. Mis ojos se consumen a causa del dolor; se debilita a causa de todos mis enemigos” (Salmo 6:6) o que tal: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?” (Salmo 22:1)…. Y que de las conmovedoras palabras de Job: “Porque me sobreviene lo que temo, y me sucede lo que más temo. No estoy tranquilo ni tranquilo; no tengo descanso, pero vienen los problemas” (Job 3:25-26) ¿Podría haber alguna palabra más conmovedora que ésta?... quizás sólo las palabras de Cristo cuando fue abandonado por Su Padre en la cruz.
Y es quizás pensando en este tipo de circunstancias profundamente abrumadoras en donde a la mente humana le resulta completamente imposible explicar lo que acontece o encontrar siquiera un propósito bueno que el apóstol Pablo está escribiendo cuando afirma, en Romanos 8, que nada en toda la creación puede separarnos del amor de Dios en Cristo Jesús nuestro Señor. Pablo no está hablando en abstracto aquí, si hubo un tiempo en que el pueblo de Dios supo que era el sufrimiento fue en días de los apóstoles y los primeros siglos de la Iglesia, él está considerando aflicciones verdaderamente horrorosas y quizás al día de hoy muchos hay que han probado o están probando ese dolor. Sin embargo, todos estos dolores han sido regalos de Dios. Porque sólo mediante un sufrimiento tan severo Dios puede traer libertad a Su pueblo de miserias mucho más profundas y con un alcance eterno… el sufrimiento terrenal es corto cuando lo comparamos con el sufrimiento que experimentan aquellos que vivan una eterna separación de Dios en el infierno.
No podría decirle a alguien abusado sexualmente en su niñez cómo Dios quiso hacer ese mal para su bien, pero sé de muchos hombres y mujeres que al día de hoy en Cristo han podido descubrir qué aún algo tan terrible es un regalo de Dios, ellos han podido rastrear la mano de Dios incluso a través de este dolor… yo no podría decirlo, pero si hay quien puede hablar del amor de Dios manifestado a través del sufrimiento injusto: ese es Cristo. El misterio de por qué Dios ha ordenado los males es tan profundo como la maldad misma en nuestro corazón…. y así como solo Dios puede sondear las profundidades de nuestros corazones, así solo Él sabe cómo el daño que nos hacemos unos a otros y a nosotros mismos contribuye en Su cura amorosa de nosotros que nos cobijamos bajo la sangre y la justicia de su Hijo. Ahora es difícil para nosotros comprender completamente, pero en la gloria las respuestas serán claras, cuando veamos a Jesús cara a cara. Entonces veremos que Dios ciertamente ha hecho todo lo que quiso y lo ha hecho todo perfectamente, tanto para Su gloria como para nuestro bien, porque a la luz del rostro de Jesús, veremos que a través de nuestros sufrimientos nuestro Padre amoroso nos ha ido conformando a la semejanza de su Hijo. Tal como dijo David: “Por la noche durará el llanto, pero a la mañana vendrá la alegría” (Salmo 30:5)… La mañana viene amada iglesia y revelará lo ahora no podemos ver.
Añadir comentario
Comentarios