
¿Qué significa que Dios me ame? Si te han predicado el mensaje de que Cristo ha venido a tu vida para darte salud, hacerte rico o por lo menos hacerte próspero en esta vida para que puedas tener gozo, tengo para ti malas noticias: te han predicado y has creído una mentira. El verdadero mensaje del evangelio es que Cristo se entregará a nosotros para que no necesitemos salud, riqueza y prosperidad para ser felices, sino que podamos tener tanto gozo irreducible en el Cristo duradero que podamos por causa de ello incluso a renunciar a la salud, la riqueza, prosperidad y cualquier otro “tesoro” por amor a Dios si así Él lo determina.
Si después de escuchar ese evangelio fraudulento que te ofrece todo aquí en este lado de la eternidad… si después de escuchar y creer en ese mensaje todo lo que tienes es una decisión por Cristo y no te deleitas en Cristo, no tienes a Cristo. Amada iglesia, no somos salvos por meras decisiones. Somos salvos por la obra soberana de Dios por Su Espíritu que nos hace nacer de nuevo, lo que trae a la existencia una nueva criatura que tiene nuevos deseos por Dios y menos deseos por el mundo. Esa es la salvación. El propósito de predicar el evangelio de Cristo no es anteponer tu felicidad a la gloria de Dios, sino más bien poner tu felicidad en la gloria de Dios: Dios es más glorificado en ti cuando estás más satisfecho en Él: en Sus obras, en Sus determinaciones. El propósito del evangelio tampoco es que te sientas bien contigo mismo, sino que puedas sentirte tan supremamente bien con la grandeza de Dios que puedas olvidarte de ti mismo y vivas una vida de amor, trayendo alegría a los demás en Dios. Sentirnos bien con nosotros mismos no nos curará de nuestras inseguridades… sólo nos dará una medida de satisfacción de bajo nivel y no satisfactoria en si. Por tanto, el propósito del evangelio no es que puedas sentirte mejor contigo mismo, sino que te olvides de ti mismo y entregues tu vida en amor a los demás.
Amada iglesia contrario a lo que nos han enseñado es posible que nuestra alegría tenga sus raíces en algo absolutamente más elevado, más seguro y más satisfactorio que el sueño americano que nuestros padres tenían para nosotros o que nosotros podemos tener para nuestros hijos (Salmo 1) para ello a su tiempo el Hijo de Dios sufrió en Su cuerpo (Isaías 53) Cristo no padeció simplemente para concedernos comodidades terrenales, amada iglesia hay algo mucho más elevado que vivir sin sufrir penalidades y es por eso que Cristo padeció, para traer a la vida de todo aquel que por Su gracia nace de nuevo (Juan 3:3) el privilegio de experimentar libertad para escoger lo bueno y rechazar lo malo, pero también para darnos la capacidad de estar satisfechos en algo mucho más duradero que las cosas terrenales.
Añadir comentario
Comentarios