Aprendimos cuán importante es y cuanta diferencia hace el gozo en Dios en nuestras vidas y en las vidas que son cercanas a nosotros…. Aprendimos que vale la pena luchar por tener ese gozo, pero hoy necesitamos enfatizar que la lucha por el gozo es una lucha por el gozo en Dios, no una lucha por el gozo en general. Entonces ¿cómo se lucha por el gozo? ¿Qué pasa si no deseo a Dios?
Deuteronomio 28:47-48 (NTV) dice: "Si no sirves al Señor tu Dios con alegría y entusiasmo por la gran cantidad de beneficios que has recibido, servirás a los enemigos que el Señor enviará contra ti. Pasarás hambre y sed, andarás desnudo y carente de todo. El Señor te pondrá sobre el cuello un yugo de hierro que te oprimirá severamente hasta destruirte" este pasaje de las Escrituras contiene quizás una de las advertencias más aterradoras, de la firmeza de estas palabras podemos concluir que Dios está tan resuelto en que la gente busque el gozo en Él que si intentan servirle sin ese gozo, servirán a sus enemigos. Así de serio se pone Dios en este asunto de buscar el gozo.
Dios es glorificado por nuestro deleite en Él, por nuestro gozo en Él… esto es mucho más que simplemente una forma de pensar correcta acerca de Él. Satanás ha tenido pensamientos teológicos más correctos que los que nosotros hemos pensado… él conoce muy bien a Dios y no se deleita en Él, Satanás odia todo lo que conoce de Dios. Entonces el problema de Satanás no es la doctrina, es el deleite: él simplemente no puede deleitarse en Dios. Y este es nuestro problema también, nosotros nos sentimos seguros en Dios porque: repetimos una oración, porque llenamos un formato de membresía en una iglesia local, porque nos bautizamos en agua... y tantas otras prácticas religiosas más, pero cuando analizamos todo esto bajo el lente del deleite en Dios ¿Qué tan seguros estamos de ser salvos? ¿Es Dios en verdad tu deleite? ¿Es Él y solo Él tu tesoro… podrías estar gozoso si sólo le tuvieses a Él y perdieses todo lo demás?
La gente no se da cuenta de cuán desesperada es su condición ante Dios, hasta que comienzan a examinar sus corazones por la demanda de gozo que Dios hace. Nuestro problema está en lo que deseamos y lastimosamente eso no es Dios, Dios a duras penas es para nosotros el medio que hace posible que tengamos lo que deseamos… pregúntate ¿en qué te deleitas verdaderamente? ¿Cuál es tu actividad favorita cuando no hay presión sobre ti? ¿A qué se siente atraído deliberadamente tu corazón? Esas son las cosas que nos condenan. Por tanto, mi corazón tiene que cambiar, toda mi estructura motivacional tiene que cambiar, toda mi prioridad sobre atesorar las cosas en el mundo tiene que cambiar o estaré condenado. Esta no es una invitación a leer más sobre Dios, o hablar más de Él o hacer algunas cosas por Él… te estoy desafiando a hacer de Dios tu deleite, tu verdadero deleite. Busca a Dios, no para obtener cosas de Él. Búscalo para disfrutarlo, porque si no lo hacemos, no lo honramos. Es un problema enorme y debe ser resuelto hoy porque tal vez mañana no haya tiempo.
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