
“¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Y nada deseo en la tierra fuera de ti” Salmo 73:25
Nuestras iglesias hoy por hoy están llenas de personas para quienes Dios no es su porción, y lo que dice este pasaje del Salmo 73:25 es rotundamente falso para casi todos ¿Qué quiso decir Asaf cuando escribió este salmo? O ¿Qué quiso decir David cuando dijo en el Salmo 16: “Tu eres mi Señor. No tengo ningún bien aparte de Ti”?
Consideremos lo dicho por Cristo en Juan 6:35 “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” entonces, si definimos la fe basados en Juan 6:35 es correcto decir que: creer en Jesús es venir a Jesús para encontrar satisfechas el hambre y la sed de nuestro corazón. Por lo tanto, no puedo separar la fe salvadora de la satisfacción del corazón en Jesús como mi tesoro, es imposible entonces que pueda existir un cristiano que pueda decir: “Soy salvo por la fe, y Jesús no es mi tesoro” Esa es una declaración contradictoria, no tiene sentido y yo pondría en duda la salvación de alguien que con sus palabras o con sus acciones dice ser salvo y al mismo tiempo dice que Jesús no es su tesoro aquí en la tierra. Entonces ser salvo es mucho más que repetir una oración para que nos vaya bien aquí en la tierra y en la eternidad no ir al infierno. No es así como la iglesia primitiva lo entendió de Cristo, un ejemplo de ello es lo que Pablo dice a Timoteo: “Pelea la buena batalla de la fe. Echa mano de la vida eterna a la que estás llamado” en la mente de Pablo, ser cristiano es estar en una guerra, y si simplemente quieres dejarte llevar por esta cultura, que va a la deriva hacia el infierno, ahí es donde irás. Pero si estás dispuesto a luchar, entonces puedes encontrar tu alegría en un lugar distinto a donde la encuentra esta cultura. Pero si simplemente te unes a la multitud y te dejas llevar por tu mal llamado “cristianismo”, serás como trompeta que hace ruido, pero no da un sonido que alerte a los que están en peligro de muerte eterna.
Consideremos nuevamente aquella parábola del tesoro escondido (Mateo 13:44) dijimos que a través de ella Cristo hizo una ilustración de como se ve una verdadera conversión: un verdadero converso tiene a Cristo como su único tesoro y si tiene que renunciar a todos los demás “tesoros” lo hace gozoso, porque él ha encontrado un tesoro insuperable… Amada iglesia, Cristo puede ver donde está tu tesoro, puede que el resto de la congregación no pueda verlo, pero definitivamente Cristo puede y sabe dónde está tu tesoro porque no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta (Hebreos 4:13)
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