
Cuando consideramos que el propósito de Dios en el universo es mostrar Su gloria para el disfrute de aquellos que abrazan a Cristo como su mayor tesoro, entonces podemos decir que en la lucha por el gozo en Dios es principalmente una lucha por ver, ver a Dios tal como es Él realmente.
Respecto a poder ver, recordemos lo que dijo Jesús después de contar aquella parábola: “Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven” … entonces aquí tenemos personas en cuyos ojos no hay problema, sus oídos también funcionan bien, el sonido ciertamente está llegando y los rayos de luz también… ellos ven y escuchan a Cristo, sin embargo, ellos son ciegos y sordos ¿Qué es lo que no pueden ver? La gloria de Dios, eso es lo que no pueden ver. Porque la gloria de Dios es una realidad espiritual y es necesario que los ojos de nuestro corazón sean iluminados para que podamos saber la esperanza a la que estamos llamados ¿Tienes ojos en tu corazón que pueden ver tal gloria? ¿Están ciegos o ven? La gloria de Dios no es una realidad material, por tanto, no puedes verla con los ojos que están en tu cabeza. Necesitas ojos espirituales que puedan ver, tal como lo dijo Pablo en Efesios 1:18 “Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos”.
¿Qué hacemos entonces con aquel pasaje en el que se nos dice que la creación anuncia la gloria de Dios? Esa gloria que revela la creación ciertamente es vista con nuestros ojos físicos ¿Y que de lo que dijo Juan en su carta cuando dice: nosotros le vimos, nosotros le palpamos… vimos Su gloria como del Unigénito de Dios? Todas estas son realidades físicas y no espirituales. Saber distinguirlas, aprender a ver la realidad espiritual a través de la material es lo que hará una diferencia entre idolatras que adoran a las criaturas o adoradores que adoran al Único Dios Verdadero en Espíritu y en verdad. Cualquier cosa creada puede convertirse en un ídolo, menos Dios. Y es precisamente esa la razón por la que necesitamos ver espiritualmente. Nacimos ciegos, todos nosotros, y Dios tiene que venir a nosotros y darnos luz para que podamos ver Su gloria y ser cautivados por ella.
Entonces, si el objetivo de la vida es ver y deleitarnos en Dios en todo lo que Él es ¿Dónde vemos la gloria de Dios? ¿Dónde vemos eso? La respuesta es simple: primariamente en la naturaleza, esa es nuestra primera revelación de Su gloria (Salmo 19:1) y segundo a través de la Escritura. Y aunque ambos medios son autoría de Dios, pero sólo la Escritura es infalible en cuanto a la revelación de Dios, incluso tiene autoridad sobre el otro medio de revelación (la creación). Conocer a Dios sólo a través de la creación nos dejará con muchas preguntas, que sólo pueden ser resueltas a través de la Biblia.
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