El arma que te dará la victoria en tu lucha por el gozo

Publicado el 5 de junio de 2024, 4:27

En la lucha por el gozo en Dios tenemos un adversario que hará todo lo posible por impedir que en nosotros florezca este gozo, el Diablo es real, te odia y tiene deseo de venganza… él hará cualquier cosa para llegar a ti y destruirte (Juan 10:10). Él ronda como un león rugiente con deseos de devorar, él tiene un apetito: la fe. Tu fe, eso es lo único que quiere destruir. Pero nunca he conocido a una persona que se dedique a memorizar las Escrituras y que no tenga los medios para luchar con alegría.

Memoriza las Escrituras para que puedas predicarlas a ti mismo, pero para llegar a este punto es necesario que seamos intencionales en hacernos de un tiempo específico e innegociable para estudiar, memorizar y meditar la Palabra de Dios. Al decir intencional quiero decir que debe ser planeado con anticipación, que no debe ser dejado al azar a ver si sobra tiempo para hacerlo, porque sabes qué… No sucederá. ¿Por qué? El diablo simplemente seducirá tu carne con tantas cosas “buenas” y son precisamente las cosas buenas las que te darán confianza para actuar y engañado te alejarás de las que son mejores. Por tanto: elige una hora, un lugar y ten a la mano un plan de lectura bíblico al cual ceñirte cada día. Una vez tengas todo esto céntrate en un solo objetivo: “Quiero ver a Dios, quiero ver a Cristo” no porque los demás detalles no sean importantes, sino porque lo que mantendrá avivado el fuego de nuestro gozo es poder ver la gloria de Dios… entonces, escudriña la Escritura con este objetivo, no buscamos cumplir con un régimen religioso para calmar nuestra conciencia… buscamos ver a Dios en la Escritura, contemplar Su hermosura, ser impactados por Su gloria…. Buscamos conocerle a Él. Pero hay algo que debes saber Cristo no habla ni se manifiesta con gente que se acerca a Él tratando de impresionarle con sus obras. Es así como sucedió con aquellos que se quedaron esperando una respuesta de Cristo (Marcos 11:33) Él podía ver a través de la hipocresía de ellos: no vinieron a Él porque estuviesen extasiados con Su gloria, vinieron para mostrar su suficiencia. Lo que digo es, que en tu lucha por el gozo en Dios debes ver a Jesús glorioso, más que cualquier otra cosa y la Escritura se trata de Él desde Génesis hasta Apocalipsis. Él es inigualable, lee para ver y conocer a Cristo.

Finalmente aprende a predicarte a ti mismo “¿Por qué te abates, alma mía? ¿Por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios porque aun he de alabarle, Salvación mía y Dios mío” (Salmo 42:11) Predícate a ti mismo las promesas de Dios. Simplemente deja que tu mente comience a repasar la Biblia. Tan sólo deja que las promesas salgan de tu boca hacia tu propia alma. Predícate a ti mismo el evangelio todos los días: las promesas de Dios basadas en la cruz y compradas con sangre todos los días: “Él no niega ningún bien a los que caminan en integridad” “Él completará en ti la obra que ha comenzado” “Mi Dios suplirá todas vuestras necesidades conforme a sus riquezas y gloria” “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” “Todas las cosas cooperarán para mi bien” … “Nada puede separarme del amor de Dios” ¡Amén, aleluya!

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