El complemento que te llevará al gozo en Dios

Publicado el 6 de junio de 2024, 4:31

Hemos hecho énfasis en la Palabra de Dios como herramienta fundamental en la lucha por el gozo en Dios… pero necesitamos algo más para conseguirlo y esto es la oración. Y respecto a esto quiero decir: ora ferviente y continuamente por todo lo que necesitas para ser feliz en Dios ¿De qué manera? ¿Cómo sé qué cosas necesito para tener gozo en Dios? Te daré unos ejemplos:

Inclina mi corazón a los testimonios, y no a la ganancia egoísta” (Salmo 119:36). ¿No es esa una oración asombrosa? Aquí está David, el hombre conforme al corazón de Dios reconociendo: “Mi corazón por naturaleza se inclina lejos de ti Señor, por favor inclínalo hacia ti, Padre” en otras palabras: Aumenta en mí el deseo por tu Palabra. Quizás suceda que ya has fijado un horario, un lugar y tienes un plan pero no hay deseo ¿Qué haremos? Oremos como David: concédeme, oh Dios, que tenga un corazón que se incline a tu palabra”.

 “Abre mis ojos, para que vea las maravillas de tu ley” (Salmo 119:18). Entonces, el Señor te ha dado los medios para fijar un tiempo, lugar, y un plan… incluso hay deseo, y abres el libro y son sólo letras en una página. No pasa nada. ¿A qué te dedicas? No puedes simplemente contentarte con leer mecánicamente. No, le suplicas al Señor: “Abre mis ojos para que ver las maravillas de tu ley” Ora para que Él te ayude a ver cosas maravillosas. No cosas aburridas, sino cosas maravillosas. Su palabra está llena de maravillas si tenemos ojos para ver. Así que ora, ora por el milagro… porque es un regalo.

 “Afirma mi corazón para que tema tu Nombre” (Salmo 86:11) esta es una petición poderosa, y la razón por la que lo es porque casi nunca nuestro corazón está firme, somos dados por naturaleza a divagar en nuestro corazón… fácilmente nuestro corazón está fraccionado entre dos o más anhelos. Como un rompecabezas y cada pieza amenaza con algo… y estamos ahí frente a la Palabra tratando de ver las maravillas de Dios y nuestro corazón nos está apercibiendo de que contemplemos algo más. Cuando suceda así no te des por vencido, lucha.  Aférrate a Cristo y ruega para que Él te bendiga con corazón firme en un solo deseo: conocerle a Él y ser maravillado por la persona que Él es y Su gloria.

Sáciame por la mañana con tu misericordia, para que pueda gozarme y alegrarme en ti todos mis días” (Salmo 90:14). Ruega al Señor por satisfacción en Él. Reconocer que no tienes satisfacción en Dios no es suficiente, ruega para que Él te conceda ser saciado en Su presencia. Es una lucha iglesia y debemos luchar, del mismo modo como luchamos duro en nuestras carreras, en la apariencia de nuestros hogares… trabajamos duros para suplir las necesidades de nuestros hogares, no dejamos nada de esto al azar, no nos damos por vencidos… luchamos tenazmente por ello. Entonces por qué cuando se trata de lo más importante decimos: "Bueno, si no sucedió, supongo que tal vez no sucederá". No seamos perezosos en lo que en verdad requiere diligencia. Trabajemos duro por tener gozo en Dios, porque Él nos ha dado Su promesa de que seremos saciados plenamente en Él.

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