Jesús dejó claro que uno de los grandes medios para defender y mostrar la verdad de Sí mismo, de Su Padre, de Su evangelio y de la fe, era dejar brillar nuestra luz para que los hombres vean nuestras buenas obras y den gloria a nuestro Padre celestial. Él dijo: “Deja que tu luz brille ante los demás, para que vean tus buenas obras y den gloria a tu Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16) Una lectura rápida y mecánica de este pasaje puede llevarnos a una respuesta equivocada creyendo que la luz son las buenas obras y no, no es así. ¿Por qué no? Pues es muy evidente que hay muchas personas que ven buenas obras o que hacen buenas obras y eso no da como resultado que Dios sea glorificado. Entonces ¿Cómo se hacen buenas obras, es decir: cómo se debe amar a las personas para que ellos lleguen a la conclusión de que Dios es glorioso? Esa es la pregunta y eso no es fácil de responder. Pero la respuesta la podemos encontrar en el contexto: las bienaventuranzas y seguido a esta proclamación que revela quienes son los bienaventurados según Jesús tenemos que a esos bienaventurados se les llama: la sal de la tierra y la luz del mundo. Si juntamos todo para dar significado a Mateo 5:16 podríamos decir que: la luz que llama la atención y persuade acerca de la belleza y la gloria de Dios, es cuando esas buenas obras o ese amor se hacen a través del sufrimiento, el sacrificio y la persecución con gozo desbordante sostenido por la promesa de recompensa en Dios… difícil de entender, juntemos las piezas.
Primero dice: “Bienaventurados seréis cuando los hombres os persigan y os insulten”. Entonces hay persecución, injurias, sacrificios y sufrimiento. Eso es parte fundamental de lo que significa ser cristiano y luego viene esta increíble declaración: "¡Alégrate!". Y la razón por la que debemos regocijarnos cuando somos perseguidos o injuriados es porque tenemos una gran recompensa en el cielo. Esa persecución es una evidencia de que eres autentico, estás del lado del Rey. Cuando mueras, será maravilloso porque estarás con Él. Por eso es que morir es ganar. Él es la esencia… Él es la totalidad de la recompensa. Después de esto es que sigue: "Ustedes son la sal de la tierra". Por ello es correcto contextualmente decir que sí, hacer buenas obras de amor práctico a los que sufren es luz del mundo, si sigues haciéndolo cuando no les agradas y sigues haciéndolo cuando te persiguen, y sigues haciéndolo cuando estás enfermo, y sigues haciéndolo cuando tu hijo muere, y después de tu asesinato tu esposa sigue en el mismo lugar haciendo el bien a quienes te han hecho tanto mal (como Graham Staines en su misión en India) entonces esas buenas obras son las que harán evidente que todas ellas están siendo sostenidas por una esperanza que no puede explicarse en términos humanos… y entonces, si Dios así lo permite tal vez le den gloria a Dios por causa de tus buenas obras.
Amada iglesia solo cuando amemos a las personas a través y a pesar de nuestro sacrificio, sufrimiento y persecución sostenidos por el gozo en la esperanza de la recompensa que es Cristo, entonces y solo entonces seremos un pueblo que brilla con una luz que glorifica a Dios.
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