El evangelio es la solución

En mi vida y en tu vida ciertamente hay por lo menos dos cosas las cuales deben ser remediadas: una es mi corrupción, esa inclinación natural por las tinieblas, mi preferencia por las criaturas y por todas las cosas que Dios ha hecho más de lo que prefiero a Dios, de modo que con mi preferencia natural cada día le estoy comunicando al Único Dios Verdadero: “Tú no eres tan valioso para mí” y la otra cosa que necesita ser remediada es que Dios está muy enojado por eso, y Su ira y Su justicia se combinan para designarme a la destrucción eterna. Así de valiosa es la gloria de Dios: la dignidad de aquel a quien atacamos es infinita así también lo es el castigo por este crimen. Entonces tengo un problema interno de corrupción, y tengo un problema externo la justicia y la ira de Dios y el evangelio es mi liberación en ambos asuntos.

Así que aquí estoy, atado al infierno, esclavizado, amando libremente mi oscuridad… por ahora tal vez se siente bien incluso hasta placentero, pero ¿Qué sucederá cuando mi alma abandone mi cuerpo? Con toda seguridad que aquel rico (Lucas 16:19-31) aún al día de hoy desearía haberse hecho esta pregunta. Entonces el evangelio es la solución de Dios para la miseria de hombres como tú y como yo, y Pablo lo describe así: “…porque os he entregado en primer lugar lo que también recibí: que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:1-5) Esto es increíble, detalle tras detalle… desde el sorteo por Su ropa hasta el hecho de que no le rompieran las piernas, la traición de Judas y el que fuese abandonado por todos… más de trescientas profecías anticiparon Su vida, Su obra y Su muerte. Toda Su vida y obra escrita con cientos e incluso miles de años de anticipación… y todo fue cumplido, todo fue hecho conforme a la voluntad del Padre, lo que tiene enormes implicaciones: el pecado y la muerte en el infierno y Satanás no son frustraciones del diseño de Dios. Son parte del diseño de Dios. El amor de Dios por nosotros, Su voluntad de enviar a Su Hijo a morir por nosotros, no fue una ocurrencia tardía.

El Único Dios Verdadero en Su presciencia quiso escoger un remanente que no era digno, Él quiso inclinar sus corazones hacia Él, quiso salvarlos y perdonar todos sus pecados, quitar Su ira y toda condenación… en otras palabras hacerles dignos de lo que no merecían y para hacerlo Él estableció desde antes de la fundación del mundo que la sangre de Su Hijo dignificara a quienes por medio de sus obras nunca serían dignos. Por tanto, fue la voluntad del Señor herirlo (Isaías 53:4-6) Eso fue lo que paso, pero ¿qué implicaciones tiene esto para mi vida? ¿De qué manera esto remedia aquello que para nosotros es irremediable?