
“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre” Juan 6:27
¿Qué quiere decir con que debemos trabajar por el alimento que perdura para vida eterna? ¿Qué quiere decir con que no debemos trabajar por el pan que perece? Estas son las preguntas principales de hoy y se relacionan directamente con tu situación en la vida. ¿Qué estás haciendo para tener vida eterna? ¿Cómo realizas tu trabajo diario (en la oficina, en casa, en el campo) para que no se diga de ti que trabajas solo por la comida que perece?
Jesús había cruzado al otro lado del mar de Galilea y allí había alimentado a más de cinco mil personas con cinco panes de cebada y unos pocos peces. Era una señal que lo señalaba como el Pan de Vida. A eso apuntaba el milagro de los panes y de los peces. También apuntaba muy específicamente al hecho de que Jesús siempre estará ahí para Sus discípulos para cuidar de ellos personalmente, esto lo demuestra al asegurarse de que sobren doce cestas llenas, una para cada apóstol. De modo que el milagro tuvo un mensaje público para todos y una lección personal para los apóstoles y para nosotros. Jesús públicamente está diciendo sin palabras: Yo soy el Pan del cielo. Así como Dios envió maná en el desierto para sustentar a Su pueblo, Él ahora ha enviado a Su hijo al mundo para darte vida, vida eterna. Y de manera más personal, Él está diciendo a Sus discípulos: Servidme fielmente y nunca os faltará lo que necesitáis. Seré para ti todo lo que necesites, incluso en la hora del sufrimiento y de la muerte. Pero lastimosamente la gente no vio el anuncio de esa manera, ellos se lo perdieron y entonces dice la Palabra: “Jesús se retiró otra vez solo al monte” (Juan 6:15)
“Trabajad por el alimento que a vida eterna permanece” ¿Cómo? ¿Cómo se trabaja por el pan que da vida eterna? No es necesario hacer ninguna obra, es necesario probar y ver. Comer y creer “A todos los que le recibieron, los que creyeron en su nombre” (Juan 1:12) Creer es verlo como el alimento que Él es y comer. Es decir, llevarlo a tu alma, a tu vida, como el tesoro vivificante que todo lo satisface. Jesús es el Pan de vida, los que comen, es decir, los que creen, viven para siempre. Los que no lo hacen, perecen. “Esta es la obra de Dios: que creáis en Aquel a quien Él ha enviado”.
“No trabajéis por la comida que perece” ¿qué quiere decir? Bueno sabemos que no quiere decir: "Dejen sus trabajos". Lo sabemos porque todo el Nuevo Testamento asume y elogia la dignidad del trabajo, por tanto, no significa dejar ganar dinero para usarlo satisfacer las necesidades materiales de tu hogar. Entonces, ¿qué significa? Bueno, ¿qué cambia cuando crees en Aquel a quien Dios ha enviado? ¿Qué cambia cuando pruebas y descubres que Jesús es el Pan del cielo que todo lo satisface? se te abren los ojos, ves a Jesucristo como el Hijo de Dios crucificado y resucitado, pruebas y sabes que Él es el Pan de Vida, comes, es decir, crees, ¿y el resultado? Con toda certeza vas a seguir laborando, entonces ¿Qué cambia? El alimento que perece ya no dominará más tu voluntad. Cristo dominará tu voluntad como Tesoro Supremo… y ese único cambio transformará todo lo demás.
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