
Jesús dice: “Si permanecéis en Mí y Mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho” Juan 15:7
Si… Mis palabras permanecen en ti. ¿Qué significa esto, y por qué las palabras de Jesús tienen el efecto que tienen? Para empezar, que las palabras de Jesús permanezcan en ti es mucho más que solo memorizarlas. Lo sabemos por varias razones: En primer lugar, lo sabemos porque el diablo puede memorizar las Escrituras, él se las citó a Jesús en el desierto para tentarlo más esto no quiere decir que la Escritura permanezca en él (Mateo 4:1-10). Segundo, lo sabemos por lo que Jesús dice en Juan 5:38, Él les dijo a los judíos que lo interrogaban: " Y Su palabra no la tienen morando en ustedes, porque no creen en Aquel que Él envió” y ciertamente que estas personas sabían de memoria mucho de la Palabra de Dios. Los judíos que toman en serio su fe siempre han memorizado las Escrituras. Pero a pesar de esto, Jesús dice que la palabra de Dios no permanece en ellos. Por esto podemos inferir que, cuando la palabra de Dios permanece en nosotros, es mucho más que una simple memorización. ¿Qué significa entonces? Significa que las palabras de Jesús echen raíces y den fruto de fe y de santidad en nosotros. Juan 5:38 conecta la Palabra y la fe, Jesús dice “No tenéis Su Palabra permanente en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado”. Si la palabra permanece en nosotros, creeremos en la palabra y en Aquel que la habló.
En Juan 8:37 Cristo dijo: Sé que ustedes son descendientes de Abraham; y, sin embargo, me quieren matar porque Mi palabra no tiene aceptación en ustedes” esto es lo opuesto a “permanecer”. Que la palabra de Jesús permanezca en nosotros significa que Sus palabras encuentran un hogar en nosotros, Su palabra encaja, no es extraña, pertenece… tanto que incluso estás dispuesto a remover aquello que pueda significar un estorbo para Su Palabra y cuando esto sucede ocurre la santificación, somos transformados cada día más a la imagen de Cristo. Entonces ¿Por qué las palabras de Jesús tienen este efecto? Hay al menos tres razones que podemos mencionar:
- Las palabras de Jesús son las Palabras de Dios: “Porque Aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios” (Juan 3:34). Entonces, cuando Jesús habla, Dios está hablando. Ningún hombre habló jamás las palabras de Dios de manera más perfecta y consistente que Jesús. Cuando los apóstoles enseñaron en su oficio como apóstoles, hablaron con la verdad y la autoridad de Dios… pero cada vez que Jesús abrió Su boca, lo que se escuchó fue palabra de Dios. Y la palabra de Dios es poderosa.
- Las palabras de Jesús dan vida: Jesús dijo en Juan 6:63: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha. Las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. El Espíritu de Dios da vida a través de la palabra de Dios, y las palabras de Jesús son esas palabras. Por lo tanto, Sus palabras vivifican el espíritu e imparten vida eterna. Por eso Pedro dice: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).
- Las palabras de Jesús vencen al diablo: Tenemos un adversario sobrenatural: el diablo. Él nos odia, odia nuestros matrimonios, odia a nuestros hijos, odia a nuestra iglesia y él odia a Dios. En nosotros mismos, no somos tan fuertes como él. Es por eso que Juan dice que “el mundo entero está bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19). Es decir, el mundo no tiene defensa contra el diablo. Pero Juan también dice: “Les escribo a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes, y habéis vencido al maligno” (1 Juan 2:14). El diablo no puede oponerse a la palabra de Dios cuando esta mora en nosotros. Si la palabra de Dios permanece en nosotros, podemos vencer al maligno. Ninguna maldición demoníaca puede oponerse a la obra misericordiosa, liberadora, transformadora y vencedora de la palabra de Dios cuando permanece en nuestros corazones.
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