Nacemos de nuevo y ¿luego qué?

Publicado el 15 de julio de 2024, 4:49

“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios” 1 Corintios 1:18

Al considerar un pasaje como este, es más que claro que definitivamente hemos nacido de nuevo no por algo que hayamos hecho, algo que surja de nosotros. Pablo dice a los gálatas que fue no por obras nuestras sino por el oír con fe. Pero esta fe no provino de nosotros, sino que fue provocada en nosotros por la acción del Espíritu Santo… Has considerado ¿Cuántas veces antes de creer verdaderamente y nacer de nuevo escuchaste el evangelio y nada pasó? Pero hubo un día en que todo cambió, y aquella respuesta indiferente que siempre mostraste fue reemplazada por una convicción de pecado, arrepentimiento y un deseo de querer agradar a Dios ¿Qué pasó? ¿Por qué ese día fue distinto? Pues ese fue el día ordenado por Dios para que el Espíritu Santo viniera a tu vida y se introdujera soberanamente en tu corazón a través del evangelio (la buena noticia predicada). Entonces, cuando este evangelio empoderado por el Espíritu Santo comienza a penetrar tu alma, tu respuesta es la fe. Muchos han entendido que primero sucede una cosa y después la otra, ahora si dices que hay un lapso de tiempo entre la obra del Espíritu Santo y nuestra fe ¿qué está pasando en ese lapso de tiempo? Con este argumento o se está diciendo algo falso acerca del Espíritu o se está diciendo algo falso acerca de nuestra voluntad. O estamos diciendo que el Espíritu Santo es bíblicamente ineficaz, o estamos diciendo que nuestra voluntad tiene una autonomía no bíblica.

Antes de que podamos creer estamos muertos en delitos y pecados. No estamos en lo más mínimo abiertos a las cosas espirituales, la palabra de la cruz es locura para mí porque estoy perdido. Hasta que llega ese día ordenado para que yo crea, es en ese momento que el Espíritu Santo se mueve poderosamente en mí trayendo vida espiritual (nuevo nacimiento) y porque he nacido de nuevo puedo creer, esto es simultáneo… No hay ningún lapso de tiempo. Antes de esto mi corazón está ciego y muerto. Nacemos cuando Él viene a nosotros, y el nacimiento es el despertar de nuestro corazón, los ojos de nuestro corazón se abren para ver la gloria en la cruz, la misma cruz que una vez fue una piedra de tropiezo, que una vez fue una locura, pero para los que están siendo llamados, que es simplemente otra palabra para el nuevo nacimiento, para los que están siendo llamados, ¡ahora es poder! ¡Ahora es sabiduría! (1 Corintios 1:18). ¿Qué pasó? Todos los que han pasado por esto saben que hubo un tiempo en que todo era aburrido, era tan aburrido. ¿Por qué ahora no? ¿Por qué leemos la Biblia? ¿Por qué deseamos conocer más? Un momento el evangelio fue algo fuera de lo común, irreal, mitológico, aburrido y poco intelectual. ¿Y luego qué pasa? Todo cambia, aquello que en otro tiempo fue insignificante ahora es un tesoro…  Así es como la gente se salva. Ese es el Espíritu Santo haciendo un milagro, y esto es lo que necesitamos. Esto es lo que necesitan nuestras ciudades, nuestros países: un gran movimiento del Espíritu Santo que produzca nuevos nacimientos, no ese falso avivamiento que solo provoca caos y desorden en las congregaciones.

Ahora, este gran cambio ha sucedido en nuestras vidas... ¡realmente ha sucedido! Mi alma desea ahora lo que antes aborrecía. Pero a pesar de ello aún puedo ver pecados en mí, pecados estancados ¿Qué es eso? Bueno, simplemente significa que esta cosa llamada la plenitud y el empoderamiento del Espíritu Santo puede venir a personas que son inmaduras. Viene a personas que tienen restos de pecado…  y puede venir a mí cuando todavía tengo problemas con mi cónyuge, o con mis padres, etc. ¿Podremos resolver esto alguna vez? Uno pensaría que después del nuevo nacimiento por fin la vida sería perfecta aquí en la tierra. Pero no, tengo que poner en orden mi vida y ponerme las pilas en cada área santificada de mi vida conforme el Espíritu Santo va estimulando esto en mí, Él me dará poder para ser un testigo eficaz (Hechos 1:8) y cada vez habrá más poder. Posiblemente habrá aspectos de nuestras vidas que griten a los demás “no soy cristiano” pero esto no debe llevarnos al conformismo, si miramos detalladamente lo veremos en todos. Pero si en verdad hemos nacido de nuevo el Espíritu Santo nos santificará por completo, Él actuara en nosotros como un destello que desde nuestro interior enfoca nuestros pensamientos y nuestra meditación en la belleza de Cristo y en todo lo que Dios es para nosotros en Él y a través de Él, y esto es tan poderoso que poco a poco seremos despojados de aquello que no se parece a Cristo y poco a poco Cristo se irá haciendo más visible en y a través de nosotros.

Valoración: 5 estrellas
5 votos

Añadir comentario

Comentarios

Shirley García
hace 10 meses

🙏🙏🙏🙏