Amor verdadero

Publicado el 20 de octubre de 2024, 5:03

“Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud” Salmo 127:4

La tarea principal de la madre es guiar a sus hijos en forma intencional para que se transformen en hombres y mujeres distinguidos, llenos de integridad, armados de responsabilidad y firmemente arraigados en amor y honra a Dios. Nuestros hijos son nuestra principal manera de reproducir la imagen de Dios en la tierra y extender Su plan a través de ellos, que, si Dios quiere, un día tendrán sus propios hogares. Ellos son las flechas afiladas y dirigidas y enviadas al mundo para cumplir tareas para las cuales Dios los creo. Esta debe ser mi resolución como madre, y esto no sucederá sin mi contribución.

Existen cosas que si se darán en ellos aun cuando no queramos. Ellos se inclinarán naturalmente a sus tendencias carnales, ellos aprenderán a ser egoístas, a sucumbir ante la rebelión y a dejarse absorber en el vacío de la falta de respeto y la indiferencia hacia los demás. Si les dejamos librados a sus propios recursos, terminaran entregándose a los impulsos sutiles y explícitos de la televisión y tendencias culturales… Pero nosotras, las madres somos el mecanismo que Dios estableció para evitar que los sistemas corruptos de pensamiento se arraiguen y hagan efecto en el corazón de nuestros hijos.  Estamos en una posición de intervención, Dios te colocó a ti en la vida de tus hijos para hacer que se rebelen frente a una cultura que les insta a rebelarse contra ti... y sin importar cuán difícil te esté resultando esta tarea, no importa cuán desalentada te sientas, ni la cantidad de tiempo que pienses haber perdido, hoy es un buen momento para comenzar con tus hijos y cumplir lo que Dios preparó para ti como madre. No será fácil, pero si valdrá la pena.

Cuando nuestro objetivo principal como madres es enseñarles a nuestros hijos la verdad de Dios, cambia toda nuestra perspectiva de la crianza. Comenzamos a filtrar nuestras decisiones basadas en ¿cómo ayudara tal cosa a mi hijo a transformarse en un adulto que conoce la verdad de Dios y anhele vivir en ella? Pueda que esto no parezca amor para tus hijos, pero tú sabrás que estás amándoles, aunque por ello seas amada menos. Para nuestros hijos amor es permiso para hacer lo que ellos quieren, su visión es corta, no pueden ver ni comprender cuál es “su beneficio” más allá de simplemente disfrutar el momento. Quizás lleguen a pensar que tu amor es innecesariamente restrictivo, y puede que tú también te sientas tentada a pensar del mismo modo. Muchas veces nuestra obligación de amar deberá ir en contra de cada fibra emocional que anhela consentir y mimar. En ocasiones el mayor enemigo para amar a nuestros hijos, somos nosotras mismas. Con facilidad permitimos que nuestras emociones nos guíen en lugar de tomar la dura y resistente decisión de amarlos con sabiduría, madurez, discernimiento y disciplina.

Si deseamos amarlos como dice la Escritura, nuestra mayor aspiración no puede ser su amistad. Somos sus padres. Son dos roles diferentes. A nosotros nos compete enseñarles a vivir de una manera que agrade a Dios y que los lleve a ser adultos respetuosos y responsables… El amor no es un juego de niños, es algo serio. Y nuestros hijos necesitan padres que cumplan con su trabajo.

Oración: Señor tu eres rico en misericordia, ten misericordia y concédeme tu gracia para amar a mis hijos tanto como para poner como prioridad para sus vidas el que ellos crezcan firmemente arraigados en amor y honra a ti, dame la templanza para amarles como tú quieres, aun a riesgo de que ellos me amen menos. Amén

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Comentarios

Yesse
hace 6 meses

Bendito sea el señor.

Shirley García
hace 6 meses

Amén 🙏🙏🙏

Yamileth
hace 6 meses

Amén, Ayudanos señor.