Haciendo el bien para que Dios reciba la gloria ¿Cómo?

Publicado el 26 de octubre de 2024, 4:18

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” Mateo 5:16

Jesús nos instruye de manera clara que el propósito de nuestras vidas es comportarnos de tal forma que glorifiquemos a Dios. Debemos vivir de tal manera que los demás puedan observar nuestras vidas y otorgar gloria a nuestro Padre celestial y no a nosotros mismos. Es importante entender que glorificar a Dios no se limita a un acto de adoración de domingo, sino que es un estilo de vida distintivo que se vive día a día.

Además, para que Dios sea glorificado a través de nuestra forma de vivir, es necesario que realicemos buenas obras. El pueblo de Dios no refleja Su gloria solo al evitar grandes pecados, sino al buscar hacer buenas acciones, ser generosos y mostrar amor. Dado que el objetivo de Dios es ser glorificado a través de Su pueblo, y Jesús afirma que esto ocurre cuando Su pueblo realiza buenas obras, es lógico que la Biblia afirme que la redención del pueblo por parte de Dios se orienta hacia la práctica de buenas obras. Esto se confirma en Tito 2:14, donde Pablo dice que Cristo "se dió a Sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para Sí un pueblo celoso de buenas obras". Cristo murió para que pudiéramos llevar a cabo buenas acciones y así dar gloria a nuestro Padre celestial. Dios nos creó para Su gloria, así lo dice el profeta Isaías. Y el Señor Jesús también nos recuerda que le damos gloria a través de nuestras buenas obras. Esto nos lleva a no sorprendernos al escuchar al apóstol afirmar que Dios nos creó para realizar buenas obras. En Efesios 2:10 él dice: “Somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Fuimos creados y redimidos para Su gloria y para hacer buenas obras, ya que es a través de estas acciones que Dios es glorificado.

Una última reflexión sobre el pasaje de hoy: es posible ser una persona que hace el bien sin glorificar a Dios. Hay filántropos y benefactores, entre otros, que dedican tiempo y recursos a aliviar el sufrimiento de muchos, pero no creen en Dios o la razón de sus buenas obras no es por causa de la gloria de Dios. Por lo tanto, cuando Jesús dice: “Así brille vuestra luz para que los hombres vean vuestras buenas obras y glorifiquen a Dios”, es necesario que esta luz abarque más que solo la acción de la buena obra. Él también dijo “Vosotros sois la luz del mundo” (Mateo 5:14). Entonces no se trata solo de nuestras acciones, sino también de nuestra actitud y motivación. Debe haber un espíritu nuevo (Ezequiel 36:26) que impulse las buenas obras para que éstas realmente traigan gloria a Dios y le agraden.

Oración: Oh Dios queremos ser mucho más que un pueblo que se aparta del mal, queremos ser un pueblo que hace lo que es bueno, justo y recto, un pueblo que ansía mostrar a través de sus buenas obras cuan glorioso es Aquel que nos tomó de tinieblas para trasladarnos a Su luz y que en Su gracia nos ha dado un corazón nuevo y ha puesto en nosotros un espíritu nuevo para gloria y alabanza de Su Nombre. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace 6 meses

Amén 🙏🙏🙏

Yesse
hace 6 meses

Amén, Aleluya