
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” Mateo 5:4
¿Qué son y cómo viven los cristianos?, eso es lo que enseña el Sermón del Monte. Jesús inicia diciendo que los cristianos son bienaventurados ¿Bienaventurados por qué? Porque los cristianos son pobres en espíritu, que no tienen nada que presentar ante el Único Dios Verdadero, y están vacíos ante Su presencia, pero han sido llenos y saciados por Dios. Los cristianos lloran, y a pesar de ello, son bienaventurados. Esto es opuesto a lo que el mundo enseña, los únicos que en verdad son felices son los que ahora lloran al descubrirse pobres, y que han venido a Cristo para ser enriquecidos con Su presencia, esos son los verdaderamente felices.
En el mundo se escucha un fuerte pregón que estimula a los hombres a hacer y seguir aquello que te hace sentir bien, a tratar de ser lo más feliz que puedas porque la vida es un ratico… Pero la enseñanza de Cristo desmiente totalmente esto, Él nos está invitando a alcanzar el estatus de un bienaventurado llorando ¿llorando? ¿cómo se puede ser feliz llorando? Este es un mensaje tan ignorado que incluso la iglesia lo ha olvidado, es triste ver como cada vez se aleja más de ser una iglesia bíblica para convertirse en un centro de entretenimiento que promueve una felicidad que no pasa de ser más que una mera apariencia. Se ofrecen risas, momentos agradables, prosperidad…. Cuánto se ha distorsionado el concepto del gozo cristiano, tantos esfuerzos por aparentar externamente lo que no existe internamente. Cristo no vino a buscar Su felicidad, no vino a promocionarse como algo deseable para la gente, no vino a atraer a la gente por Su carisma… todo lo contrario. Él dice: “bienaventurados los que lloran” pero ¿Por qué lloran? ¿Cuál es el dolor que te hace bienaventurado? El dolor que produce la convicción de pecado, bienaventurados los que hoy lloran por su pecado, los que han visto su maldad y saben que son indignos… los pobres en espíritu que gimen por su necesidad de Dios.
¿Por qué esto nos suena tan inusual, tan desconocido? Porque hemos hecho liviano el concepto de pecado categorizándolo como una falla o un error humano. Escasea cada vez más ese tipo de cristiano que encara el pecado como lo que es: rebelión contra Dios, rebelión contra Aquel que es nuestro creador y sustentador, nuestro Señor y Salvador. Si has creído eres bienaventurado porque puedes ser consciente de tu necesidad de Dios, tu necesidad de perdón, pues aun tus pensamientos y oraciones más piadosas están manchadas de pecado, y solo pueden ser escuchadas por los méritos de la obra expiatoria de Cristo. Dios no te oye porque le amas mucho y le obedeces, Él te oye porque decidió amarte, y te ha acercado a Él por medio del sacrificio de Su Hijo y por eso eres bienaventurado. Un cristiano también llora por los pecados del mundo a su alrededor, no solo porque le afectan de una u otra forma, sino porque deshonran la gloria del Dios que ama… Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación, ellos reirán después de haber llorado porque un día la tierra será llena de la gloria de Dios, un día grandes y pequeños darán cuenta y no habrá pecado que no sea juzgado ya sea en Cristo o en el infierno.
Martín Lloyd Jones dijo: “no son bienaventurados los que por naturaleza son emocionalmente débiles y tienden a llorar por todo, no son bienaventurados los que lloran simplemente por tomar decisiones equivocadas y llevar sus consecuencias, o los que de la rabia que les da que se les diga o corrija en algo se ponen a llorar. Mucho menos son bienaventurados los que tratan de dar una apariencia siempre alegre y vender un cristianismo “atractivo” en solo apariencia. Son supremamente felices los que lloran a causa de sus propios pecados y los pecados de otros. Los que se acercan a la presencia de Dios diciendo de corazón “sé propicio a mí pecador”. Éstos, dice Cristo, recibirán consolación, pues el Señor les dice que todos sus pecados han sido perdonados, pero no solo eso, sino que, a pesar de las consecuencias temporales del pecado, de las aflicciones del tiempo presente, Dios promete una consolación eterna que nos ayuda a soportar las aflicciones de ahora, porque un día ya no habrá más dolor, ni llanto, ni aflicción. Esto son los cristianos, los que lloran, y reciben de Dios total consolación”
Oración: oh Señor no me entregues al juicio de un corazón que oye, pero no entiende, dame un corazón capaz de oír, pero por sobre todo esto que pueda obedecer a la verdad que hoy nos habla tu Palabra. Amén
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Comentarios
Amén 🙏🙏🙏
Amen, Ayudanos señor
Amén