Lo que sí es mansedumbre

Publicado el 14 de noviembre de 2024, 4:03

Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” Mateo 5:5

Hemos aprendido lo que no es mansedumbre, pero ¿Qué es mansedumbre? Ser manso es tener una idea adecuada de nosotros mismos, tal como dice Pablo en Romanos 12:3 pensar de nosotros mismo con cordura, es decir conocer quiénes somos y cómo somos. El cristiano es pobre en espíritu, el cristiano llora por su pecado y el de los demás, el cristiano al ser consciente de estas verdades, sabe que no tienen nada de qué vanagloriarse, y no busca imponerse, no busca exigir derechos, todo lo contrario, está dispuesto a humillarse teniendo en sí mismo el mismo sentir que hubo en Cristo, el cual siendo igual a Dios no estimo esto como algo a lo cual debía aferrarse (Filipenses 2: 5-8).

Entonces alguien que es manso no está tratando de defenderse ni de justificarse, no siente lástima ni se preocupa por sí mismo. Comprende que no tiene derechos que reclamar, porque reconoce su maldad y su indignidad, no tiene nada, pero también sabe que nadie le puede hacer daño. Como Jhon Bunyan decía: “el que está en el suelo no debe temer caer” ¿Te sorprende todo esto? ¿No es una bofetada a nuestro andar cristiano? Sí que lo es porque está no es una realidad en la vida práctica de la iglesia de nuestros días ¿cuántos experimentan en su vida diaria en medio de sus dificultades, una actitud defensiva: justificándose, defendiéndose, y acusando a otros en lugar de reconocer su propia condición pecaminosa? Cuidado, el verdadero creyente, el que es bienaventurado, no está a la defensiva, porque sabe quién es, y que, por la sola gracia de Dios, ha sido perdonado y tiene la esperanza de la vida eterna. Todo lo contrario, el que es manso, se sorprende cuando los demás piensan bien de él.  No se ufana diciendo que él es buena gente. Pablo se asombró, y dió gloria a Dios por haber sido llamado y puesto en el ministerio por Dios, siendo el primero de los pecadores (1 Timoteo 1:12-14). El cristiano se goza en Dios, porque si tiene algo, si recibe algún reconocimiento, si es un creyente de testimonio y un creyente auténtico, es por la pura gracia de Dios (1 Corintios 4:17). El que es manso, no tiene nada de qué sentirse orgulloso porque todo lo que él es, es obra de Dios.

Uno que experimenta la bienaventuranza por causa de ser manso es también uno que sin importar la circunstancia ha aprendido a confiar en Dios, a descansar en Su soberanía y providencia. Sin importar lo que le hagan no experimenta deseo de venganza, no aplica la ley del talión “ojo por ojo, diente por diente” él espera en Aquel que si es justo y que ha prometido dar un pago consecuente a nuestras obras (Romanos 12:19). No siente temor de poner sus motivos, derechos… aun su propia vida en las manos de Dios, confía en las perfecciones de Dios: Él es justo, sabio, bueno, soberano y todopoderoso para cuidar de nosotros y señorear en nuestras circunstancias tal como enseña el Salmo 37, la mansedumbre nos lleva a descansar en el Señor y procurar la felicidad en Él es los que provee contentamiento a pesar de las circunstancias de la vida.

Oración: oh Señor quita de mi corazón el temor de poner mis motivos, derechos y aun mi vida en tus manos, Oh Señor que yo pueda confiar en todas tus perfecciones y estar siempre contento cualquiera que sea mi situación. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace 6 meses

Amén 🙏🙏🙏