
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” Mateo 5:7
¿Por qué los misericordiosos alcanzarán misericordia? Muchos han interpretado erróneamente esta bienaventuranza pensando que deben ser misericordiosos primero para alcanzar misericordia, pero teniendo en cuenta el contexto de toda la doctrina bíblica es un error, porque indicaría que podemos hacer algo bueno sin haber experimentado la gracia de Dios, y que son nuestras obras las que nos han dado el mérito de Su gracia y esto es una herejía. Ninguna de las bienaventuranzas apunta a algo que humanamente podamos hacer, cada una de ella son la manifestación de la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas por causa de la gracia de Dios. Entonces, ¿Cómo entender correctamente esta bienaventuranza?
Primero debemos entender, que los que son misericordiosos, son los que saben que es misericordia porque han recibido misericordia de Dios. Podemos decir entonces que en este sentido ya han alcanzado la misericordia. Alguien que se ha encontrado en bancarrota espiritual, con sólo pecado en su vida, que ha llorado por su propio pecado y el de los demás, que es consciente de que no tiene derechos y todo lo entrega a Dios, si ha tenido hambre y sed de justicia, y ha sido saciado por la misericordia del Señor, entonces la consecuencia de todo esto será que tendrá una actitud de misericordia para con los demás. El que ha alcanzado misericordia, amará la misericordia, su vida estará llena de misericordia, será alguien dispuesto a hacer misericordia porque con él Dios ha tenido misericordia. La parábola del buen samaritano, nos enseña que la verdadera misericordia, es amor real por el prójimo, y es lo que Jesús demanda de los que le siguen, que estén dispuestos a negarse a sí mismos, a renunciar incluso a sus propios derechos para hacer lo que Dios quiere: misericordia y no meros sacrificios y rituales vacíos.
Los cristianos muestran misericordia porque ya han recibido misericordia, y la alcanzarán también el día que el Señor venga. Un día los que han creído la verdad del evangelio y por ello han experimentado la misericordia de Dios serán reconocidos públicamente por Cristo como Sus siervos, entonces se manifestará la sentencia de inocencia que les fue otorgada en Cristo, pero ¡ay de aquellos que no sean reconocidos! Ay de aquellos que en ese día tengan que escuchar: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:23) aquellos que no conocieron esto, irán a condenación, tal como dice Santiago 2:13 “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio”.
Martin Lloyd Jones nos inquieta a responder sinceramente algunas preguntas: “¿Eres tú misericordioso?, ¿tienes compasión de los pecadores, aun cuando te ofenden?, ¿tienes compasión de las víctimas del diablo, del mundo y la carne?”, y yo cierro con esta, ¿realmente eres cristiano?
Oración: Oh Señor tú conoces las respuestas a cada una de estas preguntas, pero es posible que quien hoy medite en ellas este engañado, yo suplico tu gracia para cada vida que me escucha, tu palabra dice que tú no puedes ser burlado, podríamos engañar a los hombres con una falsa piedad, pero ¿eso de que sirve delante de ti? Muéstranos nuestra verdad, la que tú conoces. Señor si las respuestas a las preguntas anteriores son negativas, suplicamos por tu gracia, otorga vida nueva a quien gime ahora consciente de su miseria, muestra tu misericordia y otorga la capacidad de ser misericordioso, que tu gracia les haga dignos de ser elogiados, pues tú has dicho “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia”. Señor y en aquellos que tú sabes que pueden responder afirmativamente, aumenta en ellos la gratitud por la misericordia que ya tienen, gratitud por el supremo bien que has querido darles, y aumenta en ellos el deseo de vivir para hacer misericordia a los demás, hasta el día en que tu vengas. Amén
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