
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” Mateo 5:8
La promesa contenida en esta bienaventuranza es una muy grande, una declaración muy importante para todos los que han creído. Considerando el orden en que el Señor lo enseñó es consecuencia de haber experimentado las bienaventuranzas anteriores. Entonces aquel que se descubre como uno que es pobre y llora por esa pobreza y por ello es manso, que tiene hambre y sed de justicia y ha sido saciado, que es misericordioso y hace misericordia también ha de ser limpio de corazón, y un día tendrá el supremo galardón de ver al Único Dios Verdadero y con toda seguridad que entre todas esta es la mayor bienaventuranza, es el bien supremo del pueblo que atesora a Dios, ninguna otra dadiva puede compararse con ello, nada es más grandioso que ver a Dios. Ahora ¿quiénes son los bienaventurados, que es ser limpios de corazón, y porqué son bienaventurados?
Con toda seguridad que no son los que tienen mejor doctrina o conducta porque no es sólo un asunto de intelecto o perspicacia. De hecho, lastimosamente muchos han adoptado una confesión de fe de sana doctrina y se han limitado solo a recitarla como si esto fuese lo que les hace cristianos. Otros han desarrollado un interés mecánico por las Escrituras y creen que basta con solo leerla y conocerla detalladamente. Pero la fe no es algo meramente intelectual, también implica la voluntad. Es más, se puede conocer e incluso predicar la doctrina correcta y aun así no ser salvo. En otro extremo, están aquellos que hacen un énfasis en la conducta, al punto de tener un manual de hitos que te llevarán a ser cristiano, olvidando por completo que es imposible que el hombre pueda hacerse a sí mismo cristiano, que incluso todo esto que hemos aprendido de las bienaventuranzas no se trata de una enseñanza sobre cómo llegar a ser cristianos, sino acerca de qué es y cómo es un cristiano, qué y cómo vive un cristiano. Es necesario una adecuada comprensión y asentimiento sincero de la verdad Bíblica, pero como dijimos antes esto no es todo… también es necesario una conducta que haga visible lo que hemos creído, pero tampoco es cuestión de mera conducta. Entonces, ¿quiénes son los bienaventurados, que es ser limpios de corazón, y porqué son bienaventurados?
Si la cuestión es del corazón, no pueden ser bienaventurados los que tienen un corazón engañoso. La Biblia identifica al corazón como el centro del ser y el asiento de la voluntad humana, por decirlo de algún modo, es la fuente de la que procede todo lo demás (Mateo 15:19). Hace referencia a la totalidad del ser: emociones, mente y voluntad. Pero también la Biblia enseña que el corazón del hombre es engañoso y perverso (Jeremías 17:9-10) esto como consecuencia del pecado, el corazón humano está lleno de mentira y de perversidad. Es sucio, por naturaleza inclinado al mal, es decir que los afectos, la mente, y la voluntad del ser humano por naturaleza, a causa del pecado, están cargados de engaño y perversidad. El corazón del hombre en su estado natural no es limpio, y por lo tanto el hombre natural no puede ser bienaventurado. Porque no hay nada en el que lo incline a lo bueno, que decida voluntariamente hacer el bien, que ame la verdad, no hay justo ni aún uno eso dice la Escritura (Romanos 3:10-18) Jesús es firme cuando dice que sólo los limpio de corazón podrán ver a Dios y por ello son bienaventurados. Es decir, sólo aquellos cuyos apetitos son limpios. Aquellos cuyos pensamientos son rectos y acordes a la verdad de Dios. Aquellos cuya voluntad está inclinada sobrenaturalmente al bien. Aquellos que como dice el salmista pueden estar en la presencia de Dios (Salmo 24:3-6) y ¿quiénes son estos? Los cristianos, los verdaderos cristianos. Aquellos que por la obra sobrenatural de Dios han recibido un corazón nuevo, capacitado para amar y desear a Dios por sobre todas las cosas (Ezequiel 36: 26-27). Ahora te pregunto a ti que te llamas cristiano y que profesas ser un creyente en Cristo ¿Tienes tu esta marca? ¿Tienes la certeza de haber recibido un nuevo corazón por haber creído en Cristo y Su obra? Si es así, con temor y temblor puedes regocijarte porque eres un bienaventurado que un día tendrá el gran privilegio de ver a Dios.
Oración: Oh Señor levanto mi voz para alabar tu incomparable sabiduría, teniendo el poder para desechar a los que se negaron a vivir para tu gloria, Tú mi Señor entregaste a tu Hijo para rescatar lo que se había perdido. Nosotros tenemos la enorme gracia de recibir un nuevo corazón, pero Tú pagaste un enorme precio para otorgárnoslo, perdona oh Padre por no apreciar suficientemente tu misericordia, dignos somos del infierno si es que somos indiferentes a lo que Tú has hecho por nosotros. Oh Señor si Tú quieres danos un nuevo corazón, un corazón en el que no haya perversidad ni engaño, no para que podamos verte sino para que podamos honrarte cada día que vivamos porque Tú eres digno de ello. Amén
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Amén 🙏🙏🙏
Amen. Ayudanos señor.