Los cristianos y la verdadera Justicia

Publicado el 8 de diciembre de 2024, 4:41

Después de aclarar quiénes son y cómo viven los que pueden entrar en el reino de los cielos, el Señor comienza a introducir las leyes de Su reino que no son distintas a ley que ya de tiempo atrás había sido dada para ser obedecida por el pueblo de Dios. Lo que el Señor va a hacer es tomar los 10 mandamientos que son un resumen de la Ley, y dar una correcta interpretación de ellos anulando de este modo las tradiciones que se habían inventado en torno a ellos y con esto ratificando a los cristianos de todas las épocas nuestro compromiso con la Ley de Dios como una evidencia de verdadera justicia.

Nuestro énfasis este día estará en el hecho de que el Señor nos llama a tener un compromiso genuino con la Ley de Dios entendiendo que es Su Palabra eterna y así como Dios es inmutable Su Palabra también lo es, lo que Dios exige de Su pueblo no ha cambiado, todos los mandamientos y promesas dadas por Dios desde el principio y contenidas en Las Escrituras deben ser importantes para nosotros como pueblo de Dios porque nuestro Dios no ha cambiado, centrarnos sólo en el Nuevo Testamento es errado porque todo el contenido de las Escrituras es Palabra de Dios y toda ella es como dijo Pablo: “útil para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17) si hemos sido creados y redimidos para Su gloria es de Dios el derecho de determinar la manera en cómo hemos de relacionarnos con Él y como debemos relacionarnos con nuestros semejantes. Algunos erróneamente han concluido que Cristo ha “suavizado” las exigencias de la ley y que después de Cristo y Su obra en la cruz ya no es tan relevante lo que se haga dado que Cristo ya lo completado todo, que no tienen importancia quebrantar los mandamientos dado que en Cristo tenemos perdón de pecados y que Dios pasará por alto que nosotros tengamos en poco Sus mandamientos, pero nada está más equivocado que tal pensamiento, eso es lo que Cristo nos ha dicho “cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos” (Mateo 5:19).

Para algunos ciertas partes de las Escrituras son inferiores y pueden obviarse, del mismo modo pensaban los escribas y los fariseos en tiempos de Jesús ellos creían que era posible desechar algunas cosas (convenientemente para ellos y sus intereses, mas no para la gloria de Dios) y a pesar de hacerlo aun así no estar por fuera de las exigencias de la ley (Mateo 15:5-6), pero Cristo enseña a Sus discípulos que toda la Escritura debe ser tenida en alta estima y debe ser obedecida, Él dice a cualquiera que quiera seguirlo que ser un ciudadano del Reino de los cielos implica seguir las leyes del Reino. Al respecto Martin Lloyd Jones pregunta: “¿Qué concepto tenemos de la santidad?, ¿Qué entendemos por ser religiosos?, ¿qué es para nosotros ser cristianos?” Estas son preguntas relevantes aun en nuestros días, porque hoy más que nunca ideas equivocadas y anti bíblicas han distorsionado el verdadero concepto de justicia y santidad, de lo que es la piedad y lo que significa ser un cristiano. Al igual que en tiempos de Jesús se nos sigue vendiendo la mentira de que es suficiente con seguir ciertas tradiciones… hacer ciertas cosas y dejar otras es la vaga noción que se tiene de santidad; repites una oración, te congregas con regularidad y eso es todo lo que necesitas hacer para ser un cristiano, piensan otros. Pero ¿de dónde han salido estas cosas?, ¿cuál es el fundamento bíblico para decir que de eso se trata la vida cristiana?, El llamado de Cristo supera lo que los hombres de Su época y de nuestra época conciben como piadoso, Él nos llama hoy a que encontremos el concepto correcto mediante el apego a la ley de Dios y no a las tradiciones humanas ¿Te animarías a hacerlo? Oremos juntos entonces: Señor nuestros corazones te quieren a ti, no queremos una apariencia de piedad, anhelamos ser transformados por ti. No queremos ser sepulcros blanqueados: a la vista de los hombres considerados justos, pero a la vista tuya gente pecadora y un pueblo cargado de maldad. Que hoy sea el día en que estemos a cuenta contigo para nuestros pecados sean emblanquecidos y vengan a ser como blanca lana. Oh Señor Tú has dicho: “si quisieres y oyereis, comeréis del bien de la tierra” Oh Señor heme aquí, no quiero seguir siendo rebelde. Lávame más y más de mi maldad, por amor de ti y por amor de Tú Nombre. Amén

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Comentarios

Shirley García
hace 5 meses

Amén 🙏🙏🙏